De la costa a la montaña. Hace algunos años, una pequeña marca deportiva vasca llamada Ternua, solicitó a tres cofradías locales en Bermeo, Getaria y Hondarribia que guardaran las redes de pesca rotas o desgastadas. En poco tiempo, estas cofradías entregaron a Ternua 12 toneladas de redes inservibles, las cuales fueron recicladas y convertidas en hilo para la creación de 50,000 pantalones de esquí, incluyendo los utilizados en competiciones federativas. Este innovador proyecto marcó el inicio de una línea de producción responsable y sustentable.
Eduardo Uribesalgo, director de innovación de Ternua, señaló que desde su fundación en 1994, siempre se han propuesto fabricar ropa deportiva con un propósito más allá de lo estético. Su enfoque se basa en una producción local, contenida y sostenible, que se alinea con las tendencias futuras del sector. La industria de la moda deportiva está evolucionando hacia el uso de materiales reciclados y durables, con un enfoque circular que busca prolongar la vida útil de las prendas.
Empresas multinacionales como Nike y Adidas ya han incursionado en la fabricación de prendas y calzado deportivo utilizando materiales reciclados, como botellas de plástico y residuos marinos. Sin embargo, el desafío actual radica en reducir el uso de fibras derivadas del petróleo, como el poliéster y el nylon, en la industria deportiva. La biotecnología ha permitido la creación de nuevos materiales a partir de recursos naturales como la yuca, la caña de azúcar y el maíz, ofreciendo alternativas más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
La conciencia ambiental entre los deportistas aficionados ha aumentado considerablemente, impulsando a las marcas a adoptar prácticas más responsables. A pesar de los desafíos en términos de costos y rendimiento, la tendencia hacia la moda deportiva sostenible es imparable. La investigación y la innovación en materiales ecoamigables están dando paso a nuevas propuestas, como el uso de algas, fibra de coco y otros recursos naturales en la fabricación de prendas deportivas.
En este escenario de transformación, marcas como Uyn y Nnormal están liderando el camino con sus colecciones de ropa deportiva fabricadas a partir de fibras orgánicas como el maíz, el ricino y el eucalipto. Estas marcas apuestan por la durabilidad y la calidad de sus productos, ofreciendo alternativas innovadoras y sostenibles a los consumidores conscientes.
En cuanto al calzado deportivo, marcas como Salomon y Nnormal están explorando nuevos enfoques, desde zapatillas reciclables hasta modelos modulares y desmontables. Kilian Jornet, reconocido atleta y emprendedor, ha desarrollado las zapatillas Kboix, un modelo modular que permite cambiar la mediasuela para adaptarse a diferentes tipos de terreno y necesidades de los deportistas.
El futuro de la moda deportiva se vislumbra como una combinación de innovación tecnológica, materiales sostenibles y un enfoque circular en la producción. El camino hacia una industria textil más responsable y respetuosa con el medio ambiente es un desafío que requiere la colaboración de todas las partes involucradas, desde las marcas hasta los consumidores finales.