El triunfo de Miguel Albuquerque en las elecciones autonómicas

Miguel Albuquerque, un político que se vio obligado a renunciar en enero como presidente regional de Madeira (Portugal) después de ser nombrado sospechoso en varios casos de corrupción, ha logrado ganar nuevamente las elecciones autonómicas. Albuquerque, representante del Partido Social Demócrata, obtuvo el 36,13% de los votos, mostrando una leve disminución en comparación con votaciones anteriores. Aunque en 2023 había alcanzado 23 escaños en coalición, ahora con 19 escaños en solitario conserva una posición significativa frente a sus competidores.

Los resultados muestran una clara ventaja para el Partido Socialista, ubicado en segundo lugar con el 21,32% de los votos, sin lograr capitalizar la crisis política en la región. Mientras que los socialistas mantienen sus 11 diputados, su líder, Paulo Cafofo, busca formar una alianza entre partidos opositores para derrocar a Albuquerque, excluyendo solo a la ultraderecha de Chega de dicha alianza. Además, destaca el ascenso del partido regional Juntos pelo Povo como tercera fuerza política, mientras que la izquierda representada por el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués queda fuera de la contienda.

En enero, la Fiscalía llevó a cabo una operación en Madeira que implicó registros en 60 residencias y oficinas, incluyendo la del presidente regional Miguel Albuquerque, quien fue señalado junto a otros en casos sospechosos de corrupción, que podrían implicar delitos contra el Estado de derecho, prevaricación, corrupción, abuso de poder y tráfico de influencias.

La investigación se centra en si Albuquerque tenía intereses en un fondo inmobiliario al que vendió un complejo turístico en 2017 por 3,5 millones de euros y al que su Gobierno otorgó un estatuto de utilidad turística poco después. También se cuestiona la concesión directa por parte del Gobierno regional de la explotación de la Zona Franca de Madeira al grupo Pestana. Estos hechos han sido objeto de escrutinio por parte de Bruselas y el Tribunal de Cuentas de Portugal, pero hasta la fecha, la investigación se ha enfrentado a obstáculos procesales.

A pesar de haber sido señalado como sospechoso, Miguel Albuquerque decidió presentarse nuevamente como candidato en las elecciones primarias del PSD y logró imponerse con el 54,3% de los votos. Esto contrasta con la renuncia del socialista António Costa, quien abandonó su cargo como primer ministro al ser investigado por su implicación en proyectos empresariales, aunque hasta ahora no ha sido formalmente acusado.