Alquiler de pisos en la costa durante el verano
Disfrutar de unos días junto al mar en verano se ha vuelto más costoso. Según el Informe de 2024 sobre el alquiler en la costa en España de Tecnitasa, este año los alquileres de pisos cerca de la playa han aumentado un 10% en comparación con el año anterior, alcanzando una media de 4.640 euros al mes. Este incremento en los precios obliga a turistas nacionales y extranjeros a considerar no solo sus destinos favoritos, sino también sus presupuestos.
Este aumento de doble dígito contrasta con el moderado crecimiento del año pasado, que fue del 3,7%. Comparado con el verano de 2020, en plena pandemia, el incremento supera el 40%. En aquella época, el alquiler promedio frente a la playa era de 826 euros semanales, mientras que este verano se sitúa en 1.160 euros.
En algunos lugares como Cantabria, Las Palmas, Tenerife y Lugo, el aumento de precios ha sido aún mayor, superando el 12%. Aunque las localidades con los alquileres más caros se encuentran en Islas Baleares y Málaga, donde un piso frente al mar puede costar entre 3.000 y 3.300 euros por semana.
Por otro lado, las viviendas más asequibles se encuentran alrededor de los 500-550 euros a la semana, lo que aún representa un desembolso significativo para quienes ganan el salario mínimo en España.
Según José María Basañez, presidente de Tecnitasa, este aumento se debe a la fuerte demanda nacional y extranjera, que ha llevado a que la mayoría de las propiedades estén reservadas con meses de antelación, dejando pocas opciones para quienes buscan alojamiento de última hora.
En resumen, encontrar un piso asequible para disfrutar de unas vacaciones en la playa se ha convertido en una tarea complicada, especialmente en regiones como Andalucía, donde los precios pueden superar los 730 euros a la semana.
Mayores tarifas post-Covid
Tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, la demanda de alquileres vacacionales ha aumentado considerablemente, reflejándose en el incremento de precios. En 2022, el precio medio para una semana de estancia en primera línea de playa superó los 1.000 euros, representando un aumento del 9,7% respecto al año anterior.
En esta nueva normalidad, planificar unas vacaciones en la playa implica considerar no solo el destino favorito, sino también el presupuesto disponible, ya que los precios de alquiler en la costa española han experimentado un alza significativa en los últimos años.
