Deducciones Fiscales en España para Personas Dependientes
El sistema fiscal en **España** ofrece una serie de deducciones y reducciones en el **impuesto sobre la renta** para aquellas personas que viven con individuos que requieren cuidados. Estas deducciones se aplican siempre que los ingresos no superen un cierto límite. La intención es clara: facilitar la carga financiera a quienes cuidan de familiares, como hijos o padres, que dependen de su apoyo económico debido a su situación de discapacidad o problemas económicos.
No obstante, está situación que se presenta como un apoyo familiar, en la práctica ha dejado de ser efectiva para muchos. El principal problema es que el umbral que permite acceder a estas deducciones no ha sido actualizado en casi dos décadas. Mientras tanto, las pensiones han aumentado considerablemente debido a la **inflación**, lo que crea una discrepancia entre la ayuda que se quiere ofrecer y la realidad.
Hoy en día, el límite para beneficiarse de el mínimo por dependientes y discapacitados en el IRPF es de 8.000 euros anuales netos de ingresos del contribuyente, tras descontar 2.000 euros que se deducen de manera general. Este límite no ha cambiado en más de 10 años. Durante este periodo, el costo de vida y las prestaciones sociales han variado notablemente. En particular, las pensiones mínimas han crecido de manera significativa, llegando a un aumento de más del 15% en los últimos dos años. Esto ha llevado a muchas personas que viven con familiares dependientes a no calificar para los beneficios fiscales que una vez recibían.
Para determinar si una persona dependiente supera el límite de 8.000 euros, se consideran todos sus ingresos netos, incluyendo salarios, inversiones y ganancias de propiedades. Es importante mencionar que estos ingresos se suman de manera directa, sin seguir las normas habituales de compensación de ingresos. Por lo tanto, el límite bruto que se considera para determinar elegibilidad ronda los 10.000 euros al año.
Un caso que ilustra esta situación es el de un hombre en Málaga, quien comenzó a cuidar a su madre enferma en 2017. Por un tiempo, se benefició de una deducción por su situación. Sin embargo, a medida que las pensiones y los costos de vida aumentaron, su madre superó el límite de ingresos, lo que llevó a que él perdiera ese beneficio fiscal crucial.
Impacto en Personas con Discapacidad
El aumento de las pensiones también ha impactado a quienes tienen a su cargo personas con **discapacidad**. Muchos de estos cuidadores solían aplicar una deducción específica, pero con el aumento de los ingresos de sus familiares discapacitados, ya no cumplen los requisitos para acceder a dicha deducción. Esto significa que pueden enfrentar una situación económica más difícil, ya que no solo pierden la deducción, sino que también podrían recibir menos en sus declaraciones de **renta**.
Desde organizaciones como Aspace, se ha señalado que se debería reconsiderar la forma en que estas deducciones y mínimos son aplicados. La propuesta incluye que estas situaciones queden exentas de tributación, similar a las pensiones por incapacidad permanente. Así, los cuidadores no solo podrían recuperar esos beneficios fiscales perdidos, sino que también tendrían un apoyo financiero más justo en su labor diaria.