El Terremoto de Navidad en 1884: Un Recordatorio del Riesgo Sísmico
En la noche de **Navidad de 1884**, la tierra en España se sacudió durante 20 segundos. Muchos relojes se detuvieron al momento de la tragedia, alrededor de las **nueve de la noche**. En la ciudad de **Málaga**, miles de personas salieron corriendo de los teatros y cafeterías. Sin embargo, la situación fue mucho más grave en aproximadamente 100 pueblos en las montañas. **Arenas del Rey**, construido sobre un suelo arenoso, colapsó por completo, dejando 400 casas destruidas. La mayoría de las familias estaban en sus casas cenando y festejando. Este desastre dejó un saldo de cerca de **900 muertos** y alrededor de **2.000 heridos**. Fue el último gran terremoto que ocurrió en la historia de España y marcó el inicio de un inusual esfuerzo internacional de ayuda para los sobrevivientes, quienes sufrieron meses de pánico debido a las constantes réplicas. Más de 140 años después, los científicos creen que un terremoto de este tipo volverá a suceder algún día, aunque no se sabe cuándo.
Un grupo de **geólogos** ha estudiado cómo impactaría un temblor similar en la actualidad. Además del terremoto de Arenas del Rey, incluyeron el terremoto de **Torrevieja** en 1829, que resultó en la muerte de cerca de **400 personas** y provocó el desplazamiento de cinco pueblos: **Guardamar**, **Torrevieja**, **Almoradí**, **Rojales**, y **Benejúzar**.
Las proyecciones actuales son alarmantes. La zona donde ocurrió el sismo de Torrevieja es hoy uno de los destinos turísticos más concurridos de España. La población en esta área ha aumentado en seis veces y durante la temporada alta, este número crece aún más. Basándose en los datos del **Instituto Nacional de Estadística** para 2024, un terremoto como el de hace más de un siglo podría causar unos **5.000 muertos** con un 60% de probabilidad, cifra que podría elevarse a **11.000** en verano. Las pérdidas económicas podrían alcanzar los **100.000 millones de euros**.
Javier Élez, investigador de la **Universidad de Salamanca** y uno de los autores del estudio, señala que, aunque estas cifras son aterradoras, han utilizado modelos cautelosos. Estos cálculos se desarrollaron con una herramienta del **Servicio Geológico de EE.UU.** que estima el impacto de los terremotos. El sistema, denominado **PAGER** (Estimación Rápida del Impacto de Terremotos para Respuesta Rápida), ha sido adaptado por científicos españoles para integrar datos demográficos y características geológicas específicas de España.
“Estimamos que siempre hay un riesgo relacionado con terremotos, aunque sea bajo”, dice **Pablo Silva**, otro autor de la investigación. Asegura que aunque el riesgo de que ocurran en poco tiempo es bajo, a largo plazo, como en una proyección de 250 años, la posibilidad se acerca al **100%**. Este tipo de herramientas son cruciales para prepararse y responder mejor ante eventos catastróficos.
En el **terremoto de Torrevieja**, la ayuda resultó complicada debido a que todos los puentes, que eran de madera, colapsaron, dejando a muchas áreas incomunicadas. Para un posible terremoto en el presente, es fundamental para los servicios de emergencia conocer qué rutas estarán disponibles para evacuar a la población.
Los autores del estudio advierten que España vive en una **falsa percepción de seguridad** en relación a los terremotos, dada la escasez de ocurrencias significativas en la historia reciente. El último gran sismo fue en **Lorca** en 2011, que dejó nueve muertos y costó cerca de 500 millones de euros en daños. Los investigadores continúan buscando evidencias de terremotos antiguos para ayudar a comprender mejor el riesgo.
En conclusión, las proyecciones de un terremoto en la actualidad muestran que es crucial que la sociedad y las autoridades estén preparadas. La prevención, rehabilitación de edificios, educación de la población, y una correcta planificación de recursos son esenciales para mitigar el impacto de futuros sismos.
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