Los Ángeles Declara Ciudad Santuario y Enfrenta Demandas Federales
Hace siete meses, a finales de noviembre de 2024, **Los Ángeles** fue declarada como *ciudad santuario*. Esto significó que no se podían usar los recursos locales para ayudar a las fuerzas federales en la **persecución de inmigrantes**. A **Donald Trump**, recién llegado al poder, nunca le gustó esa decisión, y en cuanto asumió, criticó a Chicago y a su Estado, Illinois, por aplicar la misma política. Ahora, el foco está en Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de **Estados Unidos**. Este lunes, el **Departamento de Justicia** decidió llevar a cabo una demanda contra la ciudad, su consejo municipal, su presidente y la alcaldesa, **Karen Bass**, por “interferir en la aplicación de las leyes de inmigración del gobierno federal”.
La denuncia del Departamento de Justicia, emitida por la fiscal general, dice que las políticas de la ciudad santuario en Los Ángeles son “ilegales” según la **legislación federal**. Afirma también que la negativa de Los Ángeles a colaborar con las autoridades de inmigración provocó una serie de “disturbios, saqueos y vandalismo”, incluso llevando al Gobierno federal a enviar a la **Guardia Nacional de California** y a los **Marines** para controlar la situación. Este desorden se intensificó durante la segunda semana de junio, cuando miles de personas protestaron, especialmente en el centro de la ciudad, por más de 1.600 detenciones realizadas por el **Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)**. Estas detenciones ocurrieron de manera aleatoria en lugares públicos y laborales en todo el condado.
El objetivo de la demanda es claro: se está enfrentando a una “crisis de **inmigración ilegal**”. Se cita un decreto de Trump, firmado el día de su toma de posesión, que declaró una emergencia en la frontera con **México**. La demanda sostiene que al convertirse en ciudad santuario, Los Ángeles está **rechazando** la cooperación con las autoridades federales. Este argumento se respalda con afirmaciones de algunos concejales que apoyan la ley de ciudad santuario, incluso uno de ellos, **Hugo Soto-Martínez**, dijo que “no se quedarán de brazos cruzados y dejarán que Trump expulse a los inmigrantes ilegales”.
A pesar de los disturbios que duraron poco tiempo, la denuncia asegura que estos hechos se deben a la obstrucción de las políticas federales. Desde el 6 de junio, se dieron situaciones de “anarquía y caos”. Este conflicto ha llevado a enviar tropas, pero tanto el gobernador de **California**, **Gavin Newsom**, como la alcaldesa Bass, han afirmado que no eran necesarias y que el Estado no había solicitado ayuda militar. La confrontación de Trump con las ciudades santuario, la mayoría administradas por **demócratas**, es evidente.
En las últimas semanas, el gobierno federal ha acusado a Los Ángeles de ir en contra de tres cláusulas que se deben a la autoridad del Congreso. La fiscal general, Pam Bondi, ha expresado que las políticas de ciudades santuario “promueven la **violencia** y el caos” en la ciudad. Aunque los disturbios fueron temporales, culminaron en una manifestación pacífica donde reunieron a más de 30,000 personas en el centro y cientos de miles en todo el condado.
Hasta ahora, la alcaldesa Bass no ha respondido a la demanda. El consejo municipal se reunirá el próximo martes para considerar “una acción legal inmediata” y proteger a los residentes de **detenciones arbitrarias** y raciales.