A veces la fortuna puede sonreír, aunque sea por poco tiempo. Hace tres años, Antonio Miranda, un albañil argentino que vive en Río Gallegos, ganó un gran premio en una máquina tragamonedas en el casino de su ciudad, valorado en 100.000.000 de pesos argentinos, o aproximadamente 68.000 euros. Sin embargo, hasta el día de hoy, no ha recibido ese dinero.
Después de las fiestas y los festejos, incluso un empleado del casino le aseguró que el dinero llegaría pronto, pero pronto se dio un revés. La gerente del Casino Club de Río Gallegos le explicó que «la máquina tenía un problema». “No se realizará el pago debido a un fallo técnico”, comunicó. Esta información se reportó en Infobae.
La única “ganancia” que obtuvo Antonio fueron los cuatro euros (alrededor de 6.500 pesos argentinos) que había puesto en la máquina. Desesperado y molesto, decidió tomar acciones legales un año después.
Una batalla judicial llena de complicaciones
Su abogado presentó la demanda en septiembre de 2023, pidiendo el pago completo del premio. Se solicitó revisar las grabaciones de seguridad, identificar al personal involucrado y examinar la máquina. No obstante, durante una inspección, se encontró que las grabaciones del incidente estaban borradas y que la cámara que mostraba la máquina había sido retirada.
El casino argumentó que la cifra era “imposible” y ofreció una compensación de 200.000 pesos (unos 1.200 euros), una oferta que Miranda rechazó por considerarla insignificante.
Para complicar aún más la situación, durante el proceso judicial, Antonio sufrió un accidente que le causó una herida en la cabeza con 12 puntos de sutura, perdió su trabajo en la construcción y tuvo que retornar a su ciudad natal, Piedra Buena, para cuidar a su madre enferma. Sin ingresos y con problemas económicos crecientes, se vio atrapado entre la necesidad y la esperanza de una resolución justa.
Finalmente, un día antes de la audiencia en julio de 2024, el casino se comunicó con su abogado y ofreció una suma mayor, aunque aún inferior al premio original. Según Infobae, el monto no se puede revelar debido a un acuerdo de confidencialidad, pero se confirmó que el pago se realizó en varias cuotas.
A pesar de este acuerdo, la madre de Miranda falleció poco después, y aunque con el dinero logró adquirir un pequeño terreno, no cambió su vida como lo habría hecho aquel premio millonario. “El acuerdo le ayudó, pero no lo convirtió en millonario”, aseguró su abogado. “Aunque teníamos pruebas para ganar el juicio, sabíamos que podría tardar de siete a ocho años. El tiempo y su situación personal jugaron en contra”, concluyó.
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