Regreso a Cuba: Un Viaje de Esperanzas y Desencantos
Regresé a Cuba después de siete años, la última vez que estuve allí fue en abril de 2018. Durante esos años, Raúl Castro y Barack Obama lograron restablecer relaciones diplomáticas, creando un clima de optimismo. Cuba vivió un momento especial, con la apertura de tiendas de lujo y eventos destacados como el desfile de Gucci y un concierto de The Rolling Stones, que emocionó a miles. La gente soñaba con un futuro mejor y muchos cubanos que vivían en el extranjero volvieron al país junto a Obama, que fue recibido con gran entusiasmo.
El ambiente cambió drásticamente tras la muerte de Fidel Castro en 2016, que trajo consigo un periodo de luto y restricciones. Sin embargo, la esperanza se apagó rápidamente. La llegada del trumpismo y el fidelismo conservador afectó a la sociedad cubana, sumada a la crisis provocada por la pandemia y las protestas sociales. La economía se deterioró, y la escasez de alimento llevó al Gobierno a pedir ayuda internacional. La falta de electricidad se convirtió en un problema constante, con apagones regulares en varios barrios.
Hoy en día, La Habana se siente vacía. Según el demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos, la población ha disminuido en un 18% entre 2022 y 2023. Las calles, que solían estar llenas de turistas, ahora están desiertas. Muchos negocios han cerrado y los que resisten tienen muy poca oferta. Los cubanos a menudo mendigan o venden objetos usados en un intento por sobrevivir. La pobreza es visible y está generalizada.
Los ancianos predominan en las calles, y los jóvenes, que solían ser un símbolo de la alegría cubana, son escasos. Hay rumores sobre el tráfico de drogas que han intensificado el ambiente de inseguridad. Sin embargo, también hay un crecimiento de una nueva clase empresarial, con pequeñas y medianas empresas que están tratando de adaptarse en un entorno inestable. La economía se ha dolarizado, pero muchos cubanos aún luchan por encontrar lo básico.
En la Plaza Vieja, una nueva escultura titulada Nube de Madera ha captado la atención de los habaneros, quienes han llenado los tablones con mensajes de esperanza y frustración. Las calles están llenas de edificios en ruinas, y las condiciones de vida han deteriorado. La situación actual ha llevado a la desesperanza entre los cubanos, quienes han perdido la fe en una revolución que prometía un cambio significativo.
En resumen, Cuba es un país que ha vivido grandes transformaciones. Desde el fervor inicial por las reformas hasta la desilusión y la tristeza por la situación actual. Los cubanos siguen buscando un futuro mejor, pero enfrentan muchos obstáculos. La falta de oportunidades y la incertidumbre sobre lo que vendrá afectan la vida diaria en la isla.