Diálogo sobre López Obrador | Opinión

La Cuarta Transformación: Reflexiones y Retos

Este análisis comienza con una conclusión importante: el movimiento de la **Cuarta Transformación**, liderado por Andrés Manuel López Obrador, podría tener más oportunidades de lograr sus objetivos, como construir una sociedad más **justa** y **equilibrada**, si se libera de algunas de las partes **cuestionables** del legado de su fundador. No implica rechazarlo completamente, ya que su retiro político ya es un hecho. Desprenderse significa reconocer que ciertos aspectos que se consideraron necesarios para alcanzar el poder ahora son un obstáculo para seguir adelante con los ideales del movimiento.

Construir y gobernar son tareas diferentes. Por ejemplo, hacer frente a los problemas actuales no se puede comparar con simplemente conseguir el poder. Hay que tener en cuenta que mantener alianzas con algunos partidos, que a veces parecen extorsionadores, o con exmiembros del PRI, como **Adán Augusto López**, que no comparten los ideales de **Morena**, puede ser perjudicial. También es un error darle poder a bandidos de legado dudoso, recompensándolos con embajadas.

La llamada **real politik** sugiere desprenderse poco a poco de ciertos apoyos. Parte de lo que hace el ejército puede ser útil, y es necesario reconocer a algunos priistas y panistas que buscan un cambio en el país. Sin embargo, estas alianzas deben ser evaluadas en función de las necesidades actuales, y no porque formaran parte de planes antiguos dictados por el fundador.

Es imprescindible comprender que el contexto cambia y nadie es perfecto. Las estrategias implementadas, como el combate al **huachicol** o la reforma al sistema de salud, aunque necesarias, fueron ejecutadas de manera cuestionable. La estrategia de «abrazos, no balazos» ha tenido consecuencias negativas. Proyectos como el **nuevo aeropuerto** aún no han solucionado problemas en la Ciudad de México, y el **Tren Maya** necesita atención cuidadosa para no convertirse en un gran gasto.

No me malinterpreten: votaría nuevamente por López Obrador. La propuesta neoliberal del PRI y el PAN ya no tenía sentido. Su enfoque para mejorar el poder adquisitivo de las clases populares, sin endeudamientos severos o subir impuestos, es un gran logro histórico. Pero reconocer esto no significa ignorar que algunas decisiones fueron cuestionables. La improvisación y falta de planificación fueron comunes en su administración.

Es como un explorador que se sale del camino y abre senderos entre la maleza. Aunque su método no siempre fue claro y limpio, se ha creado un nuevo camino. Ahora es fundamental ajustarlo y mejorarlo. La idea de «continuidad con cambio» implica mantener el rumbo pero adaptarse a nuevas circunstancias, sin sacrificar la causa de buscar una sociedad más equitativa.

Comprender estos puntos permitiría tratar temas difíciles dentro de **Morena**, ya que una reverencia excesiva puede obstaculizar los ideales del movimiento. No hay razón para otorgar poder a personas que han fallado en su gestión, como el exdirector de **Pemex**, o para convertir a su hijo en líder del partido, a pesar de su falta de experiencia y deseo. La intervención de los militares en el negocio de la aviación también es cuestionable.

En conclusión, López Obrador logró canalizar una creciente insatisfacción y provocar un cambio significativo en México, un logro que siempre deberá reconocerse. Sin embargo, esto no justifica seguir decisiones cuestionables por lealtad. La verdadera lealtad reside en avanzar hacia una **sociedad mejor**, no en defender incondicionalmente todo lo realizado en contextos pasados. Un cambio de régimen requiere reconocer errores y aprender de ellos.

@jorgezepedap

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