Repercusiones del G-7 sobre China en la Cumbre de Italia
Durante la cumbre del G-7 celebrada en el sur de Italia, se emitieron advertencias hacia China por su apoyo a Rusia y su política industrial. Los líderes del G-7 manifestaron su disposición a colaborar con Pekín, pero advirtieron sobre posibles sanciones, incluso a entidades financieras, si no cambia de rumbo en relación a estos aspectos, según el comunicado final al que este medio ha tenido acceso. Esto refleja una posición más firme hacia China respecto al año anterior.
En el comunicado se insta a China a detener el apoyo a la base industrial rusa, que permite sostener la guerra en Ucrania, y a acabar con la transferencia de materiales de doble uso. También se anuncian medidas contra entidades financieras que respaldan la maquinaria de guerra rusa. Además, se activará un préstamo a Kiev por valor de 50.000 millones de dólares financiado con activos congelados de Rusia.
Otro punto importante es el abordaje de la competencia industrial desleal por parte de China. Los líderes del G-7 acusan a China de prácticas que distorsionan el mercado y generan una sobrecapacidad de producción en varios sectores. Anuncian que seguirán protegiendo sus industrias y trabajadores de estas prácticas.
El comunicado también hace hincapié en evitar acciones unilaterales por parte de China en la región y en respetar los dictámenes de la justicia internacional. Además, se busca cerrar filas con el Sur Global, razón por la cual se ha invitado a líderes de países relevantes de esa zona a la cumbre.
En resumen, la cumbre del G-7 ha marcado un endurecimiento de la postura hacia China en diversos aspectos, desde el apoyo a Rusia hasta la competencia industrial desleal. Esta posición refleja la voluntad de los países miembros de proteger sus intereses y mantener la estabilidad económica global.