A medida que el mundo enfrenta desafíos importantes, como la gestión del agua, la conservación del medio ambiente, la promoción de vida saludables, el cambio climático y el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), es necesario un nuevo enfoque en las políticas. Durante la última década, la Unión Europea ha estado experimentando una forma innovadora de integrar diversas perspectivas, reuniendo a científicos, artistas, responsables de políticas y al público en proyectos transdisciplinarios.
El Proyecto SciArt fue iniciado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea en 2016. A diferencia de las colaboraciones tradicionales entre arte y ciencia, SciArt incluye a responsables de políticas desde el principio y recoge aportaciones de las comunidades. Su objetivo es desarrollar políticas más centradas en las personas, abordando mejor cómo las comunidades se ven afectadas por incendios forestales o contaminación del agua, y cómo pueden coexistir con la naturaleza en áreas de conservación.
A continuación, presentamos cómo funciona el proyecto y algunos de sus logros.
Apertura al aprendizaje
El proyecto se organiza en ciclos temáticos llamados Resonancias, cada uno enfocado en un área de prioridad alineada con los objetivos de la UE. Por ejemplo, el ciclo NaturArchy, que duró desde 2022 hasta 2024, abordó temas relacionados con el Pacto Verde Europeo, como los derechos legales de la naturaleza, soluciones basadas en la naturaleza, conocimientos indígenas y economía más allá del crecimiento.
Cada ciclo permite que los artistas se sumerjan en la investigación del JRC, desarrollando obras que reflejan y cuestionan las implicaciones políticas de los avances científicos. A su vez, los científicos y responsables de políticas se exponen a maneras creativas de pensar que desafían los métodos convencionales, abriendo posibilidades inusuales en la investigación y formulación de políticas.
Los proyectos SciArt se desarrollan mediante un proceso estructurado, comenzando con una convocatoria abierta para que los artistas respondan a una declaración curatorial relacionada con un tema específico. Siguen talleres, conferencias y diálogos que se llevan a cabo en una escuela de verano transdisciplinaria, donde artistas, científicos, académicos, curadores y responsables de políticas se encuentran para discutir ideas y explorar la intersección de sus trabajos.
Después de la escuela de verano, los artistas entran en una fase de residencia, trabajando estrechamente con sus pares científicos o de políticas para desarrollar conjuntamente una obra artística basada en la investigación. A lo largo de los años, este proceso colaborativo ha producido 54 obras de arte y numerosos proyectos de participación comunitaria, a menudo desembocando en innovaciones científicas y en cambios en las políticas.
Perspectivas frescas
Estos proyectos SciArt están generando un impacto positivo. Por ejemplo, el proyecto «Specter[al]s of Nature» reinterpretó los cambios en cuerpos hídricos mediante impresión 3D y animación. Desarrollado por la artista Ingrid Mayrhofer-Hufnagl junto con especialistas del JRC, transforma datos satelitales en esculturas que representan cuatro cuerpos de agua relevantes.
Al comunicar el frágil equilibrio de los ecosistemas acuáticos a los responsables de políticas y al público, estas esculturas se convierten en herramientas vitales en debates sobre la toma de decisiones relacionadas con el agua. Además, ha surgido un filme relacionado.
Otro proyecto, «Lament», fue creado en colaboración con la comunidad de Santa Comba Dão, Portugal, tras un incendio devastador. A través de métodos artísticos, los bomberos, estudiantes y líderes locales compartieron sus emociones y experiencias, relacionadas con la resiliencia. Esto se transformó en un debate sobre políticas y un taller sobre la resistencia a incendios.
Por último, «Synocene» presenta instalaciones sonoras experimentales que mezclan los sonidos del medio ambiente con las voces de las comunidades locales. Esto fomentó la conciencia sobre la restauración de la naturaleza y exploró los desafíos en la protección ambiental. A través de tales experiencias, los ciudadanos son capaces de participar en diálogos sobre sostenibilidad, mientras que los responsables de políticas pueden utilizar estas ideas para crear legislación que aborde preocupaciones públicas.