La Aventura de Ruta Inti en la Selva
La ruta de Ruta Inti llega a la selva después de un largo viaje. Tras diez días en los Andes, donde realizaron un difícil trekking hacia la ciudad inca de Choquequirao, los 190 participantes de la expedición aterrizaron en Iquitos, la capital de Loreto, en la Amazonía peruana. Desde el avión, se puede ver la inmensidad de la selva que rodea la ciudad, la cual es la más grande del mundo sin conexión terrestre. Para llegar a Iquitos, solo es posible hacerlo por aire o por agua. “No podía creer lo que veía, me preguntaba dónde estábamos aterrizando”, comentó Lucía, una de las participantes de Pamplona.
“Es increíble estar en un lugar tan aislado, lleno de historia y que es la puerta al Amazonas. Ayer vimos el atardecer en el río y fue hermoso. Fue como una recompensa después de dejar atrás las montañas. También es una gran oportunidad para conocer a personas con vidas muy diferentes a la nuestra”, mencionó Coba, otra participante de Madrid. Aunque los mosquitos y la humedad se hicieron presentes de inmediato, la diferencia de temperatura con el sur del país fue evidente tan pronto como bajaron del avión. “Es más fácil dormir por la noche, pero durante el día sudamos mucho”, reflexionó Carlos.

El primer campamento de Ruta Inti en la Amazonía se estableció en el campus de la facultad de ciencias forestales de la UNAP, cerca del río Amazonas. Allí, la expedición fue recibida por las autoridades de la universidad y del distrito de San Juan. También tuvieron la oportunidad de asistir a dos conferencias: una sobre la importancia de la ayahuasca en la cultura de las comunidades originarias, por el ingeniero forestal José Torres, y otra sobre cómo los vientos afectan las emisiones de carbono en la región, por el investigador Jorge Solignac.
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Después de unos días en Iquitos, Ruta Inti navegará por el Amazonas hacia el área de Ampiyacu, donde se relacionarán con diversas comunidades indígenas, principalmente de las etnias Bora y Huitoto. Allí aprenderán sobre su forma de vida y pensamiento, que son muy diferentes a lo que conocen. “Estoy muy emocionado, sobre todo después de haber conocido a gente de pueblos originarios en Iquitos. Creo que vamos a aprender mucho y que es una oportunidad para integrarnos. Puede ser una experiencia que te cambie la vida”, confesó el participante Nacho. La aventura sigue.