Debate en torno a la bandera del Orgullo y la diversidad
El líder de la Generalitat, Carlos Mazón, ha respaldado a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, quien decidió no izar la bandera del Orgullo en el balcón del ayuntamiento. Catalá explicó que no coloca banderas en fechas conmemorativas como el Día del Orgullo, ELA, Alzheimer o Cáncer, lo que generó críticas. Mazón, desde el parlamento autonómico, acusó a la oposición de liderar estas críticas en contra de la homofobia, y defendió a Catalá como una defensora de la diversidad y la igualdad, resaltando sus virtudes como madre ejemplar, aunque estas no están relacionadas con la lucha por los derechos LGTBI.
Carlos Mazón señaló que socialistas y Compromís no condenaron los insultos dirigidos a la alcaldesa, ni tampoco el ataque al alcalde de Elche, Pablo Ruz del PP, cuyas calles fueron cubiertas con pegatinas que insinuaban su orientación sexual. Mazón cuestionó si la falta de condena se debía a la filiación política de las víctimas. Por su parte, el portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts, Jose Muñoz, afirmó que su partido condena todo tipo de ataques homofóbicos y presentará una resolución de condena en el Ayuntamiento de Elche.
Durante la sesión parlamentaria, Pablo Ruz denunció los ataques homofóbicos y defendió la moción de Compromís que pedía reconocer el Orgullo LGTBI y los derechos del colectivo, a pesar de que Partido Popular y Vox votaron en contra.
Para el alcalde de Elche (PP) el problema de la homofobia solo importa si le afecta a él.
Hay que condenar todos los ataques homófobos que padecen todas las personas, también el del alcalde de Elche.
Y apoyo institucional para erradicar esta lacra votando a favor del colectivo. https://t.co/nOt29ppN7v
— Jose Muñoz /❤️ (@JMLladro) June 25, 2024
Por otro lado, la portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Papi Robles, intentó colocar una bandera del Orgullo en el balcón del Ayuntamiento, pero fue detenida por agentes de la policía local.
Polémica por declaraciones sobre inmigración y delincuencia
La confrontación entre Gobierno y oposición también se dio por las declaraciones de la consejera de justicia, Elisa Núñez, acerca de un homicidio en Alicante perpetrado por inmigrantes. Núñez relacionó inmigración y delincuencia, generando críticas. Posteriormente, la consejera aclaró que no vinculó ambos temas, sino que cuestionó el modelo intercultural de la izquierda en la integración de migrantes. Frente a estas declaraciones, el PSPV pidió su cese y amenazó con llevar el caso a la Fiscalía, mientras Compromís estudiará hacer lo mismo por considerarlas xenófobas y promotoras del odio.