América Latina y las tentaciones totalitarias: ¿retroceso democrático?
En América Latina, a partir de los años 80, se dejaron atrás las dictaduras militares como forma de gobierno. A través de comisiones de verdad, jueces y tribunales transicionales, se logró reconocer y reparar a las víctimas, disipando así los demonios autoritarios que habían marcado la región desde los años 60. Estos procesos de verdad, reparación y justicia permitieron la convocatoria de elecciones que restauraron la democracia y otorgaron a los ciudadanos la libertad de elegir a sus líderes.
Desde entonces, se han celebrado más de cien elecciones generales en América Latina y el Caribe. Sin embargo, recientes episodios autocráticos nos hacen cuestionar la continuidad democrática en la región. Hechos como la invasión del Palacio de Planalto en Brasilia por el bolsonarismo, el golpe contra Evo Morales en Bolivia, las tácticas judiciales en Guatemala o el golpe de Estado constitucional en El Salvador, entre otros, ponen en duda la fortaleza de las instituciones democráticas.
Estas situaciones son indicio de que las tentaciones totalitarias todavía están presentes en América Latina. A pesar de que muchos creían que la región estaba inmunizada contra los golpes militares, recientes eventos demuestran lo contrario. La emergencia de figuras antidemocráticas inspiradas en un mismo libreto, que incluye elementos como la xenofobia, el negacionismo climático, el populismo punitivo y la negación de derechos de minorías, plantea un riesgo para la estabilidad democrática en la región.
Durante los gobiernos de Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, se demostró que era posible garantizar el crecimiento económico, la igualdad social, la creación de empleo y la protección de derechos civiles. Sin embargo, la división en torno a la próxima sucesión presidencial en Bolivia ha debilitado la unidad del Movimiento al Socialismo (MAS) y ha fortalecido a las fuerzas de derecha, que ven una oportunidad de regresar al poder.
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