La estética en la política: el caso de Jordan Bardella
En Andalucía dirían que tiene un buen aspecto. Jordan Bardella, un joven líder de la extrema derecha francesa, destaca por su altura, delgadez, sonrisa perfecta y estilo impecable. Habla de forma trabajada y con un tono de voz peculiar. Es ingenioso, rápido en el debate político y ha logrado atraer a miles de jóvenes gracias a su presencia en TikTok. Bardella ha logrado que su imagen como político pase a un segundo plano para muchos jóvenes, convirtiéndose en un influencer más. «No me importa su belleza, sino su carisma. Es amable y divertido, no parece un político», comenta Cassandra, de 17 años, en un reportaje de la cadena francoalemana Arte sobre la atracción de la extrema derecha entre los jóvenes franceses.
La presencia deslumbrante de Bardella en las redes, con 1.700.000 seguidores solo en TikTok y casi un millón en Instagram, ejemplifica cómo las redes sociales pueden suavizar las ideas más cuestionables de una opción política radical, ocultando su pasado, sus contradicciones y sus debilidades detrás de una marca personal cuidadosamente elaborada. Un fenómeno similar ocurrió en Filipinas en 2022, donde Ferdinand Bongbong Marcos, hijo del dictador del mismo nombre, llegó a la presidencia del país al borrar los excesos de la brutal dictadura de sus padres de la memoria popular con la ayuda de una maquinaria de desinformación en redes sociales.
En el contexto político francés, Bardella representa todo lo que la extrema derecha necesitaba para normalizar su partido y llegar a todos los sectores de la sociedad. Con él, se entierran los orígenes del Frente Nacional, formado en parte por excombatientes nazis, así como los comentarios controvertidos de su presidente fundador, Jean-Marie Le Pen. También se olvidan para siempre las opiniones antisemitas, racistas, homofóbicas y negacionistas del cambio climático de varios candidatos ultras del partido.
El periodista Pierre Stéphane Fort, en su libro El gran sustituto. El lado oculto de Jordan Bardella (Editorial Broché), analiza las habilidades de Bardella como narrador y cómo distorsiona su historia personal y la de su partido, rebautizado como Reagrupamiento Nacional. A través de testimonios de antiguos amigos y compañeros políticos, Fort describe a un Bardella intuitivo, complejo y lleno de sombras. A pesar de no tener estudios universitarios ni experiencia laboral fuera de la política, Bardella cautiva al clan Le Pen, el núcleo del partido, y evita todo lo que le impida avanzar. A pesar de proyectar una imagen cálida y espontánea en sus canales oficiales, sus colaboradores le llaman «cíborg» debido a su obsesión por controlar su imagen y sus mensajes públicos.
Mientras promete mejorar el poder adquisitivo en un país con una creciente brecha social, las redes sociales premian las promesas de Bardella de restablecer el orden y la autoridad, sin entrar en detalles. Bardella asegura que ninguna mujer francesa debe temer por el derecho al aborto, aunque en 2021 votó en contra de una resolución del Parlamento Europeo que condenaba la penalización del aborto en Polonia.
Así es Bardella, un reflejo de lo que millones de franceses descontentos han encontrado en el juego de espejos de la política actual.