El guardameta alemán Wolff regresa al Kiel después de comprar su cláusula al Kielce.

El retorno de Andreas Wolff al THW Kiel: otro bombazo en el balonmano

Tras la noticia sobre la incorporación del croata Luka Cindric al Veszprm, el regreso del portero internacional alemán Andreas Wolff al THW Kiel es un acontecimiento destacado en el mundo del balonmano. El club alemán hizo oficial este movimiento luego de pagar la cláusula de rescisión al Kielce polaco, con el que Wolff tenía contrato hasta junio de 2028, por una suma que podría rondar los 600.000 euros, una cifra considerable en este deporte.

La vuelta de Wolff, de 33 años, a su país natal era su deseo. Tras una supuesta competencia entre el SC Magdeburg y el Kiel, el portero llegó a un acuerdo con este último hasta junio de 2028. Wolff conoce bien al equipo, ya que jugó tres temporadas con ellos entre 2016 y 2019 antes de su paso por Polonia, donde ha estado las últimas cinco temporadas. Este ha sido su única experiencia en el extranjero, además de haber defendido los colores del HSG Wetzlar y el TV Grosswallstadt.

El objetivo principal del regreso de Wolff al Kiel es fortalecer la portería del equipo alemán, que se debilitó con la partida del danés Niklas Landin el verano pasado. El club ya había demostrado su interés en contar con grandes porteros al fichar también al internacional español Gonzalo Pérez de Vargas, quien se unirá al equipo hasta junio de 2029 tras finalizar su contrato con el Barça en el 2025/26, creando así una de las duplas más determinantes en el balonmano a nivel mundial.

Este movimiento representa un doble golpe para el campeón Magdeburg, que en los últimos años se había consolidado como el principal rival del Kiel por los títulos nacionales. La irregularidad mostrada en la pasada temporada de la Bundesliga, donde quedaron en cuarto lugar y quedaron excluidos de la próxima Liga de Campeones, evidenciaba la necesidad de fichar a una estrella como Wolff. A pesar de haber llegado a la última Final Four de Colonia, no haber ganado el título en las últimas cuatro ediciones justifica la incorporación de un portero de la talla de Wolff, en un excelente estado de forma.

Wolff tendrá la oportunidad de buscar títulos que aún no posee con el Kiel, como la Champions o la Liga alemana, a pesar de ser uno de los porteros más influyentes en el balonmano en la última década, con un oro europeo y un bronce olímpico conseguidos en 2016. Su capacidad para dominar la portería con su físico imponente, reflejos espectaculares y admirable elasticidad lo convierten en un activo invaluable para el equipo.

«Estoy muy feliz de regresar al Kiel. Conozco la ciudad, el club, gran parte del equipo y sus fanáticos, lo que facilita este nuevo comienzo. Todos los que trabajaron duro para hacer posible mi retorno me han hecho sentir que estaba tomando la decisión correcta. Esta es mi casa y quiero competir contra los mejores equipos del mundo semana tras semana. Disfruto de la presión que se siente en el Kiel y en la liga más fuerte del mundo. Enfrentarme a los mejores en cada partido me hará aún más fuerte», expresó Wolff en la página web de las ‘Cebras’.

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