**Descubrimiento de producción de oxígeno en el fondo marino**
A más de 4.000 metros de profundidad, en el noreste del océano Pacífico, se encuentra la Zona Clarion-Clipperton, un vasto territorio que podría ser considerado la mayor mina del mundo. En este lugar, dispersas a lo largo de más de un millón de kilómetros cuadrados, se pueden encontrar una gran cantidad de rocas y piedras compuestas por metales como manganeso, níquel, cobre y cobalto. Estos son los llamados nódulos polimetálicos, que algunos consideran como la base de la próxima revolución tecnológica.
Un grupo de científicos ha realizado un sorprendente hallazgo en esta zona: los nódulos polimetálicos generan oxígeno en un entorno donde generalmente se pensaba que no era posible. Este fenómeno ha sido denominado como «oxígeno oscuro» y plantea nuevas incógnitas sobre el impacto de la minería submarina, así como sobre el origen de la vida en la Tierra.
Los científicos señalan que en la Gran Oxidación, ocurrida hace aproximadamente 2.400 millones de años, la atmósfera terrestre acumuló grandes cantidades de oxígeno, lo que permitió el posterior desarrollo de la vida. Sin embargo, hasta ahora se creía que la principal forma de producción de oxígeno era a través de la fotosíntesis realizada por organismos como las cianobacterias.
El equipo de científicos detectó niveles inusuales de oxígeno en las profundidades marinas, lo que contradecía las creencias establecidas. Tras investigaciones adicionales, se llegó a la conclusión de que los nódulos polimetálicos podrían estar generando oxígeno a través de un proceso electroquímico que involucra reacciones con el agua salada del mar.
Estos descubrimientos abren un nuevo campo de estudio y plantean la necesidad de replantearse los planes de extracción de los nódulos polimetálicos en la región Clarion-Clipperton. Se deberá investigar a fondo el papel que desempeña el «oxígeno oscuro» en los ecosistemas marinos profundos, así como los posibles impactos ambientales de la minería submarina.
En resumen, este descubrimiento despierta nuevas preguntas sobre la producción de oxígeno en el océano y sus implicaciones tanto a nivel terrestre como en la búsqueda de vida en otros mundos oceánicos.