Combatir el calor de la ciudad con naturaleza
A estas alturas es evidente el impacto de las denominadas islas de calor urbanas, tan presentes en Madrid: escasa vegetación y gran cantidad de asfalto y concreto hacen que el calor se acumule en el suelo y luego se libere. Un verdadero problema que llevó a un grupo de vecinos de Portland, en Estados Unidos, a decidir deshacer la selva de asfalto en la que se había convertido su barrio con picos y palas en mano.
Desde entonces, afirman que han conseguido eliminar cerca de 33.000 metros cuadrados de pavimento y transformar desolados terrenos grises en pequeños oasis de vegetación. Incluso la NASA se ha unido a ellos para llevar a cabo esta iniciativa.
Si algo ha caracterizado a Portland es la intensidad de sus lluvias. Sin embargo, el cambio climático ha transformado este escenario húmedo en olas de calor especialmente intensas desde 2022. Depave surgió entonces como una asociación de vecinos sin fines de lucro que deseaba hacer habitable su ciudad ante el calor del asfalto. Desde 2008, han estado quitando el pavimento de sus vecindarios para dar paso a espacios más verdes.
Sin embargo, no todos los habitantes experimentan por igual las olas de calor: los barrios más desfavorecidos suelen carecer de espacios verdes. La NASA ha concluido que son las comunidades de bajos ingresos y personas de color las más afectadas por eventos de calor extremo, no solamente por vivir en zonas densamente pobladas y con poca vegetación, sino también por carecer de recursos para mantener una temperatura agradable en sus hogares.
Una vez identificadas estas comunidades, la NASA se asoció con Depave, esta organización que ha logrado sustituir el pavimento por áreas verdes en sectores históricamente marginados. El siguiente paso fue cuantificar el impacto de esta medida, y las imágenes satelitales confirmaron que en las zonas donde los residentes retiran el pavimento y plantan vegetación, la temperatura efectivamente disminuye.
Una solución que en Madrid no se contempla, ya que se ha convertido en un ejemplo de ciudad cubierta de asfalto: en lugar de árboles, se instalan toldos. Se estima que se han perdido miles de árboles en los últimos años, mientras que el Gobierno regional ha modificado la Ley del Arbolado permitiendo la tala de árboles en ciertas circunstancias, a cambio de dinero y no de reforestación como se venía haciendo.
Para contrarrestar el cada vez más intenso calor, se propone el ‘Jardín del Viento’, una estructura de gran tamaño en forma de espiral cubierta de vegetación real que busca captar el viento en alturas elevadas y utilizarlo para refrescar su interior entre tres y cuatro grados, según indican sus responsables. Sin embargo, tardaremos en verlo y sentir sus efectos.
Foto | Depave/Facebook.