El Sabor Español en el Gran Premio de Hungría
El Gran Premio de Hungría siempre ha mostrado un fuerte sabor español. Aunque ahora tenga un diseño más moderno que se adapta mejor a las exigencias actuales de la F1, ha visto grandes logros en el pasado. Desde que Fernando Alonso ganó en 2003, han habido muy buenas actuaciones, como las remontadas de 2006 o la sorprendente carrera de 2009 con un coche menos competitivo. También hay que recordar al Carlos Sainz, que hizo podio en su época con Ferrari. Aunque se espera que el evento de 2025 sea más desafiante, se anticipa que lleguen mejoras a los coches.

Aston Martin ha reconocido que enfrentará dificultades en circuitos como Spa-Francorchamps, pero confía en que las últimas mejoras en sus coches les ayuden a competir nuevamente en la zona media. En Bélgica, su rendimiento no fue el esperado, y el AMR25 no pasó más allá de la primera ronda. A pesar de esto, Alonso destacó que fue su mejor sesión, aunque no logró puntos. Un cambio de estrategia, que pareció efectivo, no fue suficiente para mejorar su resultado.
Williams, por otro lado, es un equipo que mantiene algo de incertidumbre que solo se aclarará en este circuito. Sainz comentó que este tipo de pistas no le benefician tanto. Sin embargo, el FW47 tiene un nuevo sistema que podría ayudarlos a mejorar su rendimiento. En Bélgica, cumplieron con lo mínimo, pero deben evitar los desastres de otros circuitos, como el reciente doble cero en Barcelona.
Ambos equipos están inmersos en una feroz competencia en la zona media, donde cada punto cuenta como oro. En Bélgica, Aston Martin fue el único equipo que no logró sumar puntos ni en el sprint ni en la carrera. En esta lucha, cuatro equipos están separados por solo ocho puntos, lo cual es muy relevante para el final de la temporada, ya que esto afecta aspectos futuros como las horas de túnel de viento disponibles.

Con la mirada puesta en el futuro, ambos equipos también se centran en el año 2026. A pesar de un comienzo alentador para Williams y el avance de Aston desde Ímola, el Gran Premio de Hungría marca el ecuador de la temporada y se acercan los meses de preparación para los nuevos monoplazas que estarán listos en enero.