El Juez Álvaro Lobato y su Controversia en la Justicia Mercantil
El juez Álvaro Lobato es una figura que genera opiniones encontradas en la Ciutat de la Justícia de l’Hospitalet, donde dirige el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona. En los últimos dos años, ha ganado el respeto de muchos expertos en Derecho Mercantil gracias a su sentencia sobre Celsa. Sin embargo, actualmente se encuentra en medio de una controversia que podría llevarle hasta el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Lobato es visto por sus colegas como un ultraliberal con una formación algo estadounidense y con un estilo provocador. Esto ha molestado a la Inspección de Trabajo, que ha solicitado medidas disciplinarias contra él. La razón del conflicto se debe a su sentencia en la disputa entre Just Eat y Glovo por competencia desleal. Aunque su fallo favoreció a Glovo, la crítica se centra en cómo defendió su perspectiva económica, dejando entrever su desprecio por una España “sindicalizada” y la intervención de la inspección laboral.
Un abogado que ha trabajado con él describe a Lobato como alguien “raro”, ya que a menudo incluye sus teorías sobre el mundo empresarial en sus sentencias, sin centrarse únicamente en el derecho. Este juez de Madrid ha tenido una carrera diversa, trabajando como abogado en grandes despachos antes de volver al juzgado en 2022, después de una pausa de diez años.
Lobato también ha tenido éxito en casos complejos, como la situación de Celsa, donde logró resolver un conflicto grande en medio de presiones y con la pandemia de por medio. Sin embargo, su enfoque ha recibido críticas, especialmente en los casos de segunda oportunidad para ciudadanos endeudados. Algunos abogados sienten que su actitud es dura y que no considera adecuadamente las circunstancias de quienes buscan alivio de sus deudas.
En su reciente sentencia sobre Glovo, destacó que no había evidencia que apoyara las acusaciones de Just Eat, que denunciaba la explotación de repartidores en falsos autónomos. Además, hizo comentarios críticos sobre la Inspección de Trabajo, equiparando sus acciones a una especie de Santa Inquisición. Aunque sus comentarios pueden no tener valor jurídico, podrían tener repercusiones en su carrera, especialmente si el CGPJ decide actuar.
En resumen, Lobato es un juez polarizante, con una visión clara y a menudo provocativa sobre el mundo laboral y el derecho. Su enfoque ha generado tanto admiración como controversia, lo que plantea interrogantes sobre su futuro en la judicatura.