El impacto de la cultura de la dopamina durante la pandemia
Durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia, la forma en que nos relacionamos e informamos cambió de manera significativa. En mi comunidad de vecinos, el canal de WhatsApp que solíamos utilizar se vio afectado. El presidente decidió abrir un nuevo canal en el que solo él podía escribir, con el fin de evitar la dispersión de mensajes políticos y bulos que podrían generar discusiones y confusión. Se difundían todo tipo de informaciones falsas, como la programación de salidas por orden alfabético, revisiones de basura por Bill Gates o fiestas con mariachis en La Moncloa.
Durante el confinamiento, algunas actividades tuvieron éxito, como las tablas de gimnasia, los cursos a distancia y la difusión de bulos. Todas estas actividades respondían a la necesidad de recuperar el control en un momento de incertidumbre. La cultura de la dopamina, que se basa en la búsqueda de gratificaciones instantáneas, también se vio incrementada durante este periodo. Esta cultura se caracteriza por la excitación rápida, la reacción compulsiva y la satisfacción efímera, alimentando un ciclo de búsqueda constante de recompensas.
Esta cultura de la dopamina se ha vuelto cada vez más popular en las últimas décadas, desplazando formatos tradicionales por otros más breves, divertidos y participativos. La audiencia actual es exigente y busca formar parte activa de la información que consume, creando contenido propio, compartiéndolo y sintiéndose parte de una comunidad virtual. En el caso de los bulos, la sensación de poseer información exclusiva puede hacer que algunas personas se sientan especiales y relevantes.
La polarización social y la difusión de bulos xenófobos, racistas o machistas durante la pandemia reflejan no solo una búsqueda de gratificación instantánea, sino también conflictos de fondo en nuestra sociedad. Las tensiones entre diferentes grupos se intensifican cuando se amplían los derechos de unos a costa de otros, generando confrontaciones y radicalizaciones. Esto ha creado un terreno fértil para la manipulación y el populismo de derechas, que se aprovecha de la desinformación y la desconfianza en las instituciones.
En este contexto, es crucial reflexionar sobre el impacto de la cultura de la dopamina y cómo puede influir en nuestras percepciones y decisiones. Es fundamental fomentar la crítica y el pensamiento crítico para discernir la veracidad de la información que consumimos, así como promover el diálogo y la empatía en un momento en el que la polarización y la desinformación pueden socavar la democracia y la convivencia.
Palabras clave: pandemia, cultura de la dopamina, bulos, desinformación, polarización social, populismo, empatía, pensamiento crítico.