Antes, nos preocupábamos por la enorme cantidad de energía que demanda minar criptomonedas. Sin embargo, ahora la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) nos hace olvidar ese problema. Se estima que la IA podría llegar a consumir al año tanta electricidad como todo un país, Irlanda, alcanzando unos 29,3 Tera vatios-hora.
En Estados Unidos, ya están notando el impacto y la red eléctrica se está viendo cada vez más saturada. Las grandes empresas como OpenAI, Amazon, Google y Microsoft son responsables de esta situación, pues requieren una gran cantidad de energía para funcionar sus centros de datos que alimentan modelos de IA. Necesitan tanta electricidad como la que consume un país entero.
«El riesgo para la estabilidad no es algo que esté en el futuro. Está sucediendo ahora»
De acuerdo con Xataka, los 13 estados conectados a la red PJM Interconnection -la mayor del país- enfrentan un grave problema: ya no hay suficiente electricidad para abastecer la creciente demanda de servidores de IA. Solo en cinco semanas, PJM ha lanzado nueve alertas energéticas de nivel 1, comparado con una sola en el año anterior. También, en junio, la demanda alcanzó el nivel más alto en 14 años.

Este problema se debe al proyecto Stargate, liderado por Masayoshi Son, CEO de SoftBank. Este plan prevé invertir 500.000 millones de dólares en cuatro años para construir nueva infraestructura de IA para OpenAI en EE.UU. El país busca ser líder en IA, pero ello tiene un alto costo.
La red eléctrica ha reportado un déficit de 208 megavatios, siendo esta la primera vez que no se alcanza el mínimo requerido. «El riesgo para la estabilidad no es algo que esté en el futuro. Está aquí, ahora», destacó el presidente de la Comisión Federal de Regulación de Energía, Mark Christie, en unas declaraciones a Xataka. Actualmente, el entrenamiento de GPT-3, el modelo de lenguaje de tercera generación, requiere hasta 78.437 kWh, de acuerdo con el Instituto de Ingeniería de España.


Empresas grandes como Amazon, OpenAI, Microsoft y Google requieren grandes cantidades de energía para operar sus centros de datos. Esta situación se agravará debido al uso intensivo de la IA, conocido como inferencia, que representa entre el 70% y el 80% del consumo total de energía asociado a la IA.
Para comprender mejor el impacto ambiental, según Endesa, entrenar un modelo avanzado de lenguaje como ChatGPT produce una huella de carbono que se asemeja a la generada por 125 vuelos de ida y vuelta entre Nueva York y Pekín, o la de cinco automóviles durante todo su ciclo de vida.
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