Los retos electorales en Andalucía durante la campaña
En una tarde soleada en Málaga, la temperatura alcanza los 29 grados. En las calles cerca de la playa, los carteles de Teresa Ribera, candidata del PSOE, se mezclan con la promoción de la exposición del Museo Thyssen, Modernidad latente. A pesar del ambiente turístico, la camarera reconoce que el debate político no es tema de conversación entre los clientes.
Andalucía se ha convertido en el centro de la disputa electoral entre las candidaturas de izquierda, con Podemos ganando terreno según encuestas internas y una gran división en las grandes ciudades. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha visitado Granada y Málaga en un esfuerzo por consolidar la estabilidad del proyecto de su partido Sumar. En sus discursos, Díaz destaca la importancia de mejorar los salarios y reducir la jornada laboral para la clase trabajadora.
Con la presión de los comicios y la competencia interna con Irene Montero, Díaz ha optado por un discurso de izquierda y ha evitado confrontaciones directas con Podemos. La batalla en Andalucía se intensifica, con Pablo Iglesias también incrementando su presencia en la campaña y movilizando a su base de votantes. La futura coalición que lidera Montero ha ido ganando apoyo en las últimas semanas.
En medio de esta disputa política, Sumar se preocupa por la estrategia del PSOE de concentrar votos, con movimientos como la segunda carta de Pedro Sánchez tras la citación judicial a Begoña Gómez. Esto ha generado un clima de incertidumbre en la coalición liderada por Yolanda Díaz. Encuestas recientes muestran una fuga de votos hacia el PSOE y Podemos, lo que plantea un desafío en Andalucía para mantener la unión y la estabilidad interna de Sumar.