El Juego de Cartas UNO
UNO es uno de los juegos de cartas más conocidos en el mundo. Su icónicas cartas «chúpate dos» y «chúpate cuatro» han generado muchas discusiones entre los jugadores, especialmente después de un tuit reciente. La cuenta @RealTimeRating publicó un mensaje en X que decía que el juego mismo confirmó que no se puede jugar una carta de +2 como respuesta a otra de +2. Esta publicación ha sido vista por más de seis millones de personas, acumulando más de 50,000 «me gusta» y mil comentarios de usuarios sorprendidos.
Las aclaraciones de la compañía se dieron ya en 2022, y estas reglas generan debate en las redes sociales. El perfil oficial del juego explicó anteriormente: “No se puede apilar +2 con +2”. Además, habían señalado que no se puede sumar un +2 a un +4, lo que significa que si alguien juega un +4, debes robar cuatro cartas y perder tu turno; no puedes responder con un +2.
El objetivo del juego es quedar sin cartas, y una de las estrategias más temidas es dificultar el juego a los oponentes con cartas acumulativas. Cuando un jugador juega un +4, el siguiente debe robar cuatro cartas más. Sin embargo, en muchas casas se permite jugar un +2 en respuesta, lo que hace que el siguiente jugador se lleve seis cartas. Esta regla es tan famosa que el perfil oficial del juego en X ha intentado clarificar cómo fue pensada originalmente.
Como explica el periodista Pablo Cantó en Verne, el UNO “no es un juego para hacer amigos”. Aunque este popular juego, con millones de copias vendidas, nació de los esfuerzos de la familia de Merle Robbins, un barbero estadounidense. Desde 1992, Mattel es su propietaria, y el juego se originó en la casa de los Robbins en Ohio, tras jugar con el ocho loco, un juego de cartas tradicional. Según el Museo Nacional del Juego de Estados Unidos, el ocho loco tiene muchas variantes, y la de los Robbins se convirtió en la más exitosa.
La Historia del UNO
Merle Robbins relató en una entrevista que su familia vio el potencial del juego tras invitar a una pareja a su casa. Les aconsejaron que debían comercializarlo, así que decidieron imprimir 10,000 juegos entre ellos y su hijo. El diseño de las cartas lo realizó el ilustrador Bob Grove, conocido por hacer el logo del equipo de baloncesto Sacramento Kings.
Los Robbins empaquetaron todo a mano, y en 1971 comenzaron las ventas en la barbería de Merle por solo tres dólares. Se dice que el primer juego lo compró su amigo Andy, quien pedía cada semana más cantidad. Así fue como el juego atrajo la atención. En 1972, otro propietario de una funeraria, Robert Tezak, compró el juego por 50,000 dólares y un pequeño porcentaje por cada venta de UNO.
Tezak comentó en una entrevista, en 1992, que no sabía nada del negocio de juegos de mesa al comprar UNO. “Fue difícil al comienzo, pero tuvimos mucha suerte”, dijo. Creó la empresa Games Inc. para distribuir el juego, y para 1980 ya se habían vendido más de 15 millones en Estados Unidos. En 1992, Mattel compró Games Inc. junto con UNO.