Recomendación para Ampliar el Cultivo de Embriones Humanitarios
En diciembre, la autoridad reguladora de fertilidad del Reino Unido, la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana (HFEA), sugirió que el gobierno extienda el tiempo durante el cual se pueden cultivar embriones humanos, pasando de 14 días a 28 días.
Aunque el gobierno británico aún no ha hecho un anuncio oficial para cambiar las leyes en base a esta recomendación, el anuncio de la HFEA podría influir en otros países. Como el primer organismo de este tipo que regula la fertilización in vitro (IVF) y la investigación con embriones humanos, la HFEA ha tenido un impacto significativo en la manera en que otros gobiernos manejan estos temas.
Desde que se estableció la «regla de los 14 días» en 1990, esta ha sido aceptada por científicos y responsables políticos de diversas naciones. Esta regla ha ayudado a mantener la confianza del público en la investigación sobre embriones, al mismo tiempo que ha permitido la exploración de los primeros días del desarrollo humano, lo cual es esencial para entender ciertas enfermedades congénitas y mejorar las técnicas de IVF.
Un indicador clave en el desarrollo embrionario, llamado la «rayas primitiva», aparece alrededor del día 14 tras la fertilización. Antes de este punto, un embrión puede aún dividirse para formar gemelos, lo que complica la identificación de su individualidad. Por esto, se eligió que el tiempo de 14 días fuera un límite práctico.
No obstante, los avances científicos indican que es factible cultivar embriones más allá de estos 14 días. Cultivarlos hasta 28 días podría permitir a los investigadores aprender más sobre etapas importantes del desarrollo que ocurren antes de la formación de los órganos y los neuronales, como el desarrollo de la placenta. Alrededor del día 28, se establece un claro punto de corte cuando se cierra la «tubulación neural», similar a lo que ocurre en el día 14.
A pesar de que algunos científicos y otros han expresado preocupaciones de que extender este límite podría llevar a prácticas éticamente cuestionables, no necesariamente tiene que ser así. Muchos investigadores y autoridades están considerando revisar la regla de 14 días. El anuncio de la HFEA destaca la necesidad urgente de pensar en cómo se pueden actualizar las normas de investigación de manera responsable.
¿Por qué 28 días?
Las semanas tres y cuatro del desarrollo humano han recibido poca atención debido a que no se permite cultivar embriones humanos después del día 14, y las muestras de embriones abortados antes del día 28 son escasas. Sin embargo, estudios en otros animales indican que los embriones pasan por cambios cruciales durante ese período.
Después de los 14 días, aparecen las primeras capas de tejido, que establecen el plan corporal del embrión. Para el momento del cierre de la tubulación neural, el embrión tiene extremos claros de cabeza y cola, pero todavía no ha desarrollado neuronas, que son necesarias para la conciencia y la percepción sensorial.
Para el día 28, el corazón comienza a latir, y se forman brotes que más tarde se convertirán en extremidades. Otros órganos internos también están en desarrollo, lo que podría ayudar a los científicos a entender distintas condiciones congénitas.
Además, el cultivo prolongado de embriones podría maximizar el uso de modelos embrionarios derivados de células madre. Estos modelos, que simulan etapas del desarrollo embrionario, se rigen por la misma regla de 14 días en ciertos países. La extensión de esta regla permitiría mejores comparaciones entre estos modelos y los embriones reales.
En nuestra opinión, un límite de 28 días o hasta el cierre de la tubulación neural aportaría claridad en la experimentación.
Consideraciones Éticas
No hay un consenso global sobre cuándo comienza la personificación. Algunas personas creen que el valor moral de la vida comienza en la concepción. La regla de 14 días nunca resolvió este debate, ya que fue un compromiso político.
Es fundamental que cualquier reforma sea transparente y claramente regulada para mantener la confianza pública. Los investigadores deben trabajar para mejorar la comprensión del desarrollo humano, la IVF, y reducir enfermedades congénitas.
Colectivamente, proponemos que extender el límite a 28 días puede traer valiosos aportes científicos y clínicos. Sin embargo, cualquier cambio debe ser cuidadosamente analizado desde un punto de vista ético, asegurando la participación de la sociedad en el diálogo.