
Los recortes en ciencia bajo la administración de Trump han motivado protestas y amenazan los puestos de muchos investigadores internacionales en sus inicios.
Créditos: Kirk Sides/Houston Chronicle a través de Getty
Científicos considerando emigrar
Un biólogo especializado en células madre, que ha estado en Estados Unidos por 14 años, es parte de un grupo creciente de científicos en sus primeros años de carrera que están pensando en dejar el país.
Bajo la administración del expresidente Donald Trump, los científicos internacionales en EE. UU., especialmente quienes están comenzando, enfrentan condiciones difíciles. Esto incluye la cancelación de subvenciones, amenazas de cancelación de visas y menos oportunidades laborales.
El científico, que prefiere mantener su nombre en el anonimato por temor a perder su estatus migratorio, no quiere abandonar Estados Unidos. “Quería quedarme aquí porque las grandes universidades ofrecen oportunidades para hacer buena ciencia”, comenta. Sin embargo, cree que los cambios implementados por Trump indican que no habrá suficientes fondos ni estudiantes graduados para iniciar un nuevo laboratorio. Por ello, su mejor opción sería irse a Europa.
No está solo. En mayo, una pequeña encuesta realizada por la Asociación Nacional de Postdoctorados (NPA) a 378 científicos en sus inicios mostró que el 44% sentía que su trabajo estaba en peligro debido a las acciones de la administración Trump. Además, en una encuesta de Nature en marzo, más de 800 investigadores y estudiantes de doctorado mencionaron que consideraban dejar el país por las interrupciones en la ciencia. Hay que mencionar que esta encuesta no fue representativa de todos los investigadores en EE. UU.
Mejores lugares para investigar
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha invertido considerablemente en investigación científica. Este financiamiento ha atraído a científicos de todo el mundo, creando una red científica diversa que es fundamental para el desarrollo de la nación.
Este enfoque en la ciencia fue lo que llevó a una bióloga celular de Canadá a mudarse a Estados Unidos en 2022 para una posición de investigación postdoctoral en Nueva York. Sin embargo, ella opina que, debido a los recortes de financiamiento y las limitaciones de carrera, el costo de quedarse en EE. UU. está superando sus ventajas. Ahora está buscando posiciones académicas en Canadá y Australia. Si bien el financiamiento para iniciar un laboratorio es generalmente menor en estos países, las perspectivas laborales parecen más estables.
Bajo la presidencia de Trump, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) intentaron reducir lo que pagan por costos de investigación, conocidas como costos indirectos, de aproximadamente 40-70% a solo 15%. Las universidades utilizan estos pagos para cubrir servicios básicos, seguros y otros gastos que apoyan la investigación, y a veces estos fondos también se destinan a salarios de posdoctorados y científicos. Por lo tanto, los trabajos para científicos en sus primeros años podrían verse amenazados, según Caroline Wagner, una experta en política de ciencia y tecnología de la Universidad Estatal de Ohio. Hasta ahora, estos intentos de recortes han sido bloqueados por los tribunales, y el NIH ha apelado esta decisión.