Reacciones divididas en Francia por la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024
El viernes pasado se llevó a cabo la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024, y las opiniones al respecto en la clase política francesa están muy divididas. Para la izquierda, fue un momento de «orgullo» y una forma de desafiar a los conservadores, mientras que para sectores de la derecha y la extrema derecha fue motivo de «vergüenza» y críticas.
Uno de los momentos que generó más controversia fue la presencia de artistas drag queen en una escena que recordaba a la Última Cena de Jesucristo. En esta representación, el cantante Philippe Katerine apareció pintado de azul y casi desnudo, lo que provocó reacciones negativas por parte de algunos sectores conservadores.
La senadora Valérie Boyer denunció que esta representación buscaba ridiculizar a los cristianos, mientras que Julien Odoul, portavoz de la Agrupación Nacional, consideró que era un ataque a la cultura francesa.
La actuación de Aya Nakamura, una cantante francesa de origen maliense, también generó polémica debido a las críticas previas por parte de sectores de la extrema derecha. La presencia de Nakamura con un vestido de plumas doradas junto a la Guardia Republicana fue interpretada como un intento de humillar al pueblo francés según Marine Le Pen.
«Orgullo» en la izquierda y el Gobierno
En contraste, figuras de la izquierda como el coordinador de La Francia Insumisa, Manuel Bompard, celebraron la ceremonia como un momento de orgullo para Francia. Por su parte, el gobierno francés elogió la inclusividad del evento, destacando los valores de libertad, igualdad y fraternidad que representaban.
La audiencia televisiva de la ceremonia de apertura fue casi récord en Francia, con 22 millones de espectadores sintonizando el evento en France 2. Este alto nivel de audiencia refleja el interés y la importancia que los Juegos Olímpicos tienen para el público francés.