Relaciones de Poder y Vulnerabilidad
Sasha Sokol, a los 14 años, era parte de un grupo musical conocido como Timbiriche. Por otro lado, Luis de Llano, con 39 años, era un importante productor en la televisión mexicana. Muchos artistas reconocen que le deben a él su éxito y oportunidades en el mundo del espectáculo. En otra situación, Alejandro Sanz, con 47 años, comenzó a interactuar con Ivet Playà, una de sus fans, que tenía solo 16 años al inicio de su contacto, según lo que ella misma ha contado.
Ambos hombres, De Llano y Sanz, compartieron la ventaja de ser mucho más experimentados que las jóvenes involucradas. Con su fama e influencia, formaron vínculos desiguales que, años más tarde, las mujeres cuestionaron y lamentaron. Las denuncias que surgieron causaron revuelo en el medio del espectáculo en ambos casos.
La polémica alrededor de Sokol se intensificó después de que De Llano, en una entrevista, admitiera haber tenido un romance con ella, bromeando sobre su enamoramiento y la relación que mantuvieron mientras trabajaban juntos, a pesar de la gran diferencia de edad.
A pesar de que se esperaba más apertura sobre estos temas en la actualidad, Playà, ahora de 26 años, no tuvo una experiencia positiva. En un programa de televisión donde tuvo la oportunidad de contar su historia, fue interrumpida y atacada constantemente. Esto muestra que la atención no estaba en escucharla, sino en desacreditar su voz.
Sanz, por su parte, publicó en redes que guardaba un recuerdo bonito de su relación con Ivet. Ella, al cumplir 18 años, fue contratada para trabajar con él. Sin embargo, ha sido objeto de muchas críticas, siendo acusada de extorsionadora y manipuladora. No obstante, las interacciones que tuvo con Sanz son visibles y evidentes en su perfil de Instagram.
Los comentarios sobre su estado emocional y mental han sido más frecuentes que la discusión acerca de las responsabilidades de un hombre adulto que ejerce su influencia sobre una joven admiradora. Karen Valdez, psicóloga, explica cómo los agresores pueden manipular a sus víctimas, creando un lazo de confianza y dependencia emocional conocido como grooming.
Valdez afirma que identificar estas manipulaciones es difícil, sobre todo cuando se es joven. Aunque a los 18 años se considera que se puede tomar decisiones, a menudo hay falta de madurez. Muchas veces, las mujeres jóvenes sienten ansiedad y tristeza por las situaciones que han vivido. En este contexto, el caso de Sanz se alinea con lo que Valdez explica sobre el grooming.
¿Cuántas de nosotras hemos experimentado situaciones difíciles en relaciones pasadas? A menudo, se nos hace sentir que somos especiales o más maduras de lo que realmente somos, afectando nuestra autopercepción. El cuestionamiento sobre estas experiencias suele recaer en nosotras, dejando de lado la responsabilidad de quienes, con mayor poder, influyen en nuestras vidas.
Una Canción que Reflexiona sobre el ‘Grooming’
Hands Clean, de la cantante canadiense Alanis Morissette, refleja una relación complicada entre un hombre mayor y una joven. La letra hace eco de un sentimiento de manipulación y abuso de poder.
En una reciente entrevista, Morissette mencionó que escribir esta canción fue doloroso, y se dio cuenta de que muchos no entendieron su mensaje en el momento de su lanzamiento. Su historia es un recordatorio de la importancia de hablar sobre el abuso y la manipulación.