¿Alguien Escucha?: Lo Que los Animales Se Dicen Entre Ellos y a Nosotros Denise L. Herzing Univ. Chicago Press (2024)
El verano de 1985 fue la primera vez que Denise Herzing nadó con delfines moteados del Atlántico (Stenella frontalis) en las aguas cristalinas de las Bahamas. Con la intención de estudiar su comportamiento durante un viaje de seis semanas, la bióloga marina se dio cuenta, en pocos días, de que necesitaría pasar décadas con estos animales de larga vida para documentar completamente cómo se comunican. Así que decidió dedicar el resto de su carrera a “desentrañar el código” de las señales de los delfines.
En ¿Alguien Escucha?, Herzing narra los 40 años de investigación que siguieron y explora cómo se comunican los delfines y otras especies de animales. Su cautivador libro está lleno de relatos que ofrecen al lector una mirada a su vida y su filosofía investigativa.
Retos y tribulaciones marinas
Las historias de Herzing dan vida a los desafíos de su trabajo de campo. El agua salada y la electrónica son una combinación complicada, y la autora menciona cómo escuchó las preocupaciones de sus colaboradores sobre no “hacer volar a Denise” si las baterías de sus dispositivos explotaban bajo el agua. Además, los delfines no siempre se comportan como uno espera. Por ejemplo, cuando su equipo llegó a un área en 2013 para probar un dispositivo de comunicación, descubrieron que la mayoría de los delfines habían desaparecido, buscando comida en otro lugar. Los investigadores tuvieron que cancelar las pruebas hasta el año siguiente.
Herzing recuerda contarle al naturalista David Attenborough, durante una visita a su barco de investigación, que a veces intenta comunicarse con los delfines imitando sus movimientos de cabeza. Se ofrece a intentar atraer a un grupo de delfines que nadan cerca para que se acerquen al barco y puedan conocerlo. “¿Qué estaba pensando?”, se pregunta mientras se sumerge en el agua. Los animales efectivamente se acercan, pero nunca sabrá si fue por una verdadera comunicación o simplemente por suerte.
A lo largo de los años, Herzing ha obtenido valiosas ideas sobre la comunicación entre delfines. Por ejemplo, resalta la importancia de examinar las secuencias de vocalizaciones, que a menudo se han pasado por alto en los estudios sobre la comunicación de los delfines. Observa que un pequeño repertorio de sonidos puede combinarse y utilizarse de maneras distintas según las circunstancias, y que la prosodia, que incluye el ritmo, es un elemento clave de la comunicación animal. También destaca que las experiencias y personalidades únicas de cada animal pueden influir en su comportamiento.

Denise Herzing (derecha) y su equipo desarrollan tecnología para intentar ‘traducir’ los sonidos de los delfines.
Crédito: Brian Skerry/Nature Picture Library
La autora también menciona que nada puede reemplazar el conocimiento propio de los datos, permitiendo que estos guíen la investigación, incluso si ello implica que los descubrimientos tomen tiempo. Estoy de acuerdo en que los científicos, como Herzing, que dedican muchos años a estudiar una especie o sistema particular ganan el derecho de intuir y especular sobre su especialidad.
Sus puntos son especialmente relevantes ahora que se utilizan herramientas de inteligencia artificial para ayudar a los investigadores a descifrar la comunicación animal. Aunque son herramientas útiles, es inevitable que no se sepa si los patrones que detectan en las señales animales son verdaderamente significativos sin conocer el contexto en el que se produjeron esos sonidos. Tal como observa Herzing, “echar un montón de sonidos en una computadora … y esperar que extraiga patrones biológicamente significativos no funciona tan bien aún.”
Conversaciones con delfines
Herzing y su equipo han hecho importantes esfuerzos para descubrir componentes similares a un lenguaje en las vocalizaciones de los delfines e iniciar la comunicación entre humanos y delfines. Describe algunos de los dispositivos que han desarrollado, incluyendo una tecnología bidireccional llamada CHAT que busca ‘traducir’ y producir sonidos específicos de delfín, y un sistema móvil llamado UDDAS que puede grabar sonido y video sincronizados bajo el agua.