Del entrenador de tenis al campeón de Challenger: la saga de Federico Gómez

El Tenis y las Oportunidades de la Vida

En el mundo del tenis, al igual que en la vida, suceden cosas que parecen imposibles, ya sea para bien o para mal. Es un deporte que puede cortar las carreras de muchos tenistas que aspiran a convertirse en profesionales, pero a veces también ofrece segundas oportunidades. Este fue el caso de Federico Agustín Gómez, quien luego de alcanzar su primer punto ATP, viajó a Europa sin éxito. Sin embargo, a veces el rumbo de las cosas cambia inesperadamente y el tenis, al igual que la vida, te brinda una nueva opción. Como le ocurrió a este argentino que, tras dos años sin practicar, regresó al circuito y se coronó campeón del Challenger de Milán a los 27 años, seguido de su victoria en el Challenger de Trieste dos semanas después, tal como lo registró la ATP.com.

Federico nunca imaginó este giro en su vida, retomar su raqueta y volver a competir. Menos aún cuando llevaba una vida estable en Miami, entrenando en un club después de graduarse en Administración y Deporte en la Universidad de Louisville. Pero un día, su amigo Pedro Caniza le abrió los ojos nuevamente: «Me vio jugar y me dijo: ‘Eh, ¿qué haces? ¡Puedes enseñar luego! No tienes por qué dar clases ahora. ¿Por qué no te das otra oportunidad?’ Él fue en gran medida la razón por la que hoy estoy aquí», confiesa el argentino.

De la ATP a la Ciudad de Miami

Sin embargo, tras alcanzar su primer punto ATP a los 17 años, Federico enfrentó dificultades en Europa y decidió regresar a Argentina. Allí, mientras completaba sus estudios universitarios, las prácticas de 8 de la mañana a 5 de la tarde le restaban tiempo para entrenar. Con la situación actual y la pandemia de la COVID-19, decidió dejar de lado su sueño de ser tenista profesional y dedicarse a ser entrenador: «Me dije: ‘Está bien, ¿qué hago? El circuito no avanza, todo está paralizado, así que simplemente voy a detenerme aquí y comenzar a dar clases'», afirma Federico.

Con esta nueva vida, Federico dejó totalmente de lado el tenis profesional, limitándose a entrenar a otros y ganarse la vida de esa manera. Había perdido por completo la conexión con el tenis de competición: «Solo enseñaba y trataba de mantenerme en forma haciendo ejercicio. Pero no jugaba tenis en absoluto. No creo que haya golpeado un revés a dos manos en dos años. Solo hacía ejercicio por la mañana o por la tarde. Realmente no tenía tiempo y estaba desconectado del circuito», confirma Federico.

De Entrenador a Competidor

Gracias a la influencia de su amigo Pedro y su sensación de que algo le faltaba en la vida, Federico decidió volver a competir en el tenis. Su amigo lo apoyó financieramente para relanzar su carrera, y en junio, en el Challenger de Milán, demostró que vale la pena luchar por tus sueños hasta el final: «No esperaba ganar», confesó Federico tras llevarse el título. Su racha no terminó ahí, ya que recientemente se coronó campeón en el Challenger de Trieste, colocándose como el jugador más veterano (27 años) en ganar un Challenger este año y alcanzando el puesto número 160 en el ranking ATP.

Quién iba a imaginarlo mientras entrenaba en un club de tenis en Miami con una vida estable y cómoda. Federico tenía una espina clavada y ha logrado sacársela con éxito.

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