El pasado martes 2 de julio, la fábrica de Volkswagen en Landaben (Navarra) se despidió del modelo que, durante décadas, fue su razón de ser: el Polo, un coche pequeño y económico nacido en 1975, aunque su producción en la planta navarra comenzó el 20 de marzo de 1984.
Con motores gasolina de hasta 55 CV, era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 155 km/h y los anuncios de la época invitaban a comprarlo bajo el lema El Volkswagen Polo ya es español, dale marcha. Medía 3,5 metros de largo y era una versión barata del Audi 50 en el que se basaba y tenía un precio de 547.700 pesetas (hoy, considerando la inflación, serían unos 16.200 euros.
Más de 8,4 millones
La primera unidad fue donada a la Casa de Misericordia de Pamplona, que casi 20 años después lo devolvi. Hoy forma parte del museo de la fábrica.
Cuarenta años, cinco generaciones y 8.422.160 unidades después, el ciclo lo cerraba un modelo con motor de 95 CV, color azul y destino España. Algo no muy común ya que, fabricado desde 1992 en Landaben en exclusiva para todo el mundo, cerca del 90% de su producción anual era vendida en el exterior. De hecho, durante años ha sido el automóvil made in Spain más exportado.