El alquiler descontrolado: cuatro comunidades afectadas tanto en ciudad como en campo | Economía

El problema del alquiler en España

En España, alquilar una casa se ha vuelto más complicado con el paso de los años. Las rentas han ido aumentando y muchos expertos sugieren a los inquilinos mudarse a las afueras de las ciudades para encontrar viviendas más económicas. Sin embargo, esta solución no siempre es viable. El impacto del aumento de precios ha llegado incluso a las zonas periféricas, superando el umbral recomendado de esfuerzo de alquiler en algunas comunidades autónomas, según el Banco de España. Andalucía, Baleares, Canarias y Cantabria presentan precios de alquiler que superan el 30% de los ingresos netos de los hogares en todas sus áreas.

Un ejemplo de esta situación es Erico García, de 30 años, quien recientemente se mudó con su pareja a Herrera de Ibio (Cantabria) debido a los altos precios en Comillas, su pueblo natal. La demanda residencial durante el verano ha hecho que los alquileres sean inaccesibles para los residentes locales, obligándoles a buscar opciones más económicas en áreas rurales. En lugares como Cabezón de la Sal, antes menos poblados, la saturación va en aumento al acoger a desplazados de zonas costeras.

Sergio Nasarre, experto en vivienda, describe este fenómeno como una «gentrificación suave». La presión inmobiliaria se ha extendido a áreas periféricas y rurales, afectando especialmente a los inquilinos con menores ingresos. En comunidades como Baleares y Canarias, donde el turismo es una parte importante de la economía, el esfuerzo de alquiler supera el 38%, lo que ha generado protestas contra la turistificación en estas regiones.

Impacto en las áreas rurales

María Eugenia Rivero, de 26 años, de Medina Sidonia (Cádiz), también se enfrenta a dificultades para independizarse debido al alza de precios y la falta de opciones de alquiler asequibles en su zona. Su situación se ve agravada por la precariedad laboral en la provincia de Cádiz, lo que dificulta el pago de alquileres elevados con su sueldo.

Ángel Sánchez, con agencias inmobiliarias en Fuengirola y Coín, observa un aumento de la demanda en áreas rurales debido a la migración de inquilinos en busca de viviendas más económicas. La falta de opciones asequibles ha llevado a un aumento de los precios y a la adaptación de nuevas formas de alquiler, como el alquiler por habitaciones, en pueblos antes menos demandados.

Desafíos para inquilinos con menores ingresos

El informe del Banco de España destaca la creciente dificultad para los inquilinos en España, especialmente aquellos con menores recursos. Familias con bajos ingresos destinan hasta un 45% de sus ingresos al alquiler, lo que refleja una brecha significativa en la capacidad adquisitiva de los hogares. Esta situación ha creado un círculo vicioso en el que los inquilinos con menor poder adquisitivo se ven presionados a pagar precios más altos, exacerbando aún más la crisis de vivienda en el país.

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