Un capó de coche más alto puede traer problemas de seguridad. Esto es algo que se ha mencionado antes, pero ahora un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente lo respalda, señalando que los coches están aumentando su altura en el capó.
Este estudio indica que el auge de los SUV contribuye a este problema, ya que estos vehículos tienden a tener un capó más elevado que otros tipos de coches y son cada vez más comunes en nuestras carreteras.
“Un aumento claro de riesgo para la seguridad pública, sobre todo para los niños”
Desde 2010, la altura promedio del capó de los coches en Europa ha subido de 76,9 cm a 83,8 cm en 2024. Esto significa un incremento de casi 7 cm en 14 años, lo que corresponde a un aumento anual de 0,5 cm, según la investigación de Transport & Environment, ayudada por datos de Euro NCAP.
Esto es debido a que los SUV se están vendiendo cada vez más. En 2010, los SUV representaban el 11,5% de todas las ventas de coches en Europa, pero en 2024 esa cifra aumentó a 55,5%.
El aumento en la altura de los capós no es un problema menor. Los coches con un capó más alto son más peligrosos en caso de accidente y, especialmente, los SUV tienen esta característica. Transport & Environment advierte que la creciente presencia de SUV en las calles “es una amenaza clara y creciente para la seguridad pública, en especial para los niños”.
Estos vehículos son peligrosos porque, al atropellar, suelen golpear a los peatones adultos por encima del centro de gravedad. Esto incrementa las posibilidades de que el impacto sea fatal. El estudio menciona que el riesgo de lesiones graves en la cabeza aumenta cuando la altura del capó supera los 80 cm, y el riesgo es aún más alto con capós que llegan a más de un metro de altura.
Además, los coches con capós altos pueden limitar la visibilidad de los conductores. Por ejemplo, alguien que salga de un garaje con un vehículo alto podría no ver a un niño que pase cerca. Un estudio muestra que un conductor promedio de un coche como la RAM TRX no puede ver a niños de hasta nueve años en frente de él, mientras que con un Volkswagen Golf sí puede ver a un niño de cuatro años y medio.
Los datos de accidentes en Bélgica indican que un aumento de 10 cm en la altura del capó (pasando de 80 cm a 90 cm) incrementa el riesgo de muerte en un 27% para peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables. Además, un capó más alto puede resultar en un 20% a 50% más de probabilidad de lesiones graves para los ocupantes de otros vehículos en caso de choque.
Transport & Environment sugiere que la Unión Europea y el Reino Unido deberían limitar la altura del capó a 85 cm a partir de 2035. Esto ayudaría a proteger a más adultos y niños, especialmente aquellos que no son del promedio de altura.
Por último, los autores del estudio sugieren incluir una prueba de visibilidad para niños en los estándares de seguridad de Euro NCAP. También instan a que los impuestos y tasas de aparcamiento se ajusten según el peso y tamaño de los vehículos.
Imágenes y gráficos | Volvo, Defender y Transport & Environment