Hablan su lenguaje
La Eurocopa ha llamado la atención de una generación joven que antes no veía mucho fútbol. Se ha notado un aumento del 10% en la audiencia de los partidos entre los jóvenes de 18 a 24 años en comparación con la edición anterior. En España, la emisión en televisión abierta y la presencia de jugadores como Lamine Yamal y Nico Williams, con los que los jóvenes se identifican, han sido fundamentales.
Anteriormente, un estudio de la Asociación de Clubes Europeos reveló que dos de cada cinco jóvenes entre 16 y 24 años no estaban interesados en ver partidos de fútbol en televisión. Sin embargo, el viernes pasado, el partido entre España y Alemania atrajo a 11,7 millones de espectadores, con una audiencia media del 67,9%, llegando al 71,8% durante la prórroga. Fue el programa más visto de la década, con mayor seguimiento en Murcia, Castilla y León, Madrid y Baleares.
Del total de espectadores, el 82,3% estaba en el rango de 13 a 24 años. España logró captar la atención de aquellos que no estaban interesados en el fútbol. El impacto de estos números se equipara con eventos populares entre los jóvenes, como Eurovisión. La edición de 2024 fue vista por 4,8 millones de personas, con una audiencia media del 41,8%, mientras que en el rango de 13 a 24 años alcanzó el 66,3%, muy por debajo de los datos de la Eurocopa.
Repunte de la identificación
La King’s League, otro fenómeno popular en redes sociales, atrajo a dos millones de espectadores, cifra superada en la Eurocopa. La empatía de los jóvenes con jugadores como Nico Williams y Lamine Yamal ha sido clave. Interactuar con ellos en su propio idioma es crucial para la identificación. Algunos expertos consideran que la naturalidad con la que se muestran en redes, sus juegos en el campo y sus expresiones conectan con su generación y generan expectativas que se vuelven virales rápidamente.

Lamine Yamal y Nico Williams festejan el pase a semifinales.EFE
Otro factor determinante es el repunte en la identificación de los jóvenes con la selección española, lo que se refleja en su seguimiento activo durante los partidos. La fidelización ocurre de forma espontánea en estos grandes campeonatos. Durante la década pasada, con los triunfos en la Eurocopa y el Mundial, se observó un aumento del patriotismo sin precedentes. Ahora, la nueva generación puede recuperar la pasión por el fútbol que parecía perdida.