El día 8 de enero, se autorizó a Alemania, por parte de Bruselas, a proporcionar más de 900 millones de euros a Northvolt, una empresa sueca que planea establecer una fábrica de baterías para vehículos eléctricos en el norte del país. Esta medida evitó que la empresa trasladara la planta y los puestos de trabajo a Estados Unidos. Esto refleja los desafíos que la Unión Europea enfrentará en el futuro cercano y sobre los cuales se discute en la campaña para las elecciones del 9 de junio: la importancia de invertir en tecnologías clave para la transición climática y digital, brindar apoyo público al sector privado, en especial al sector industrial, para que mantenga su competitividad sin buscar apoyo en economías rivales como Estados Unidos o China. También se visualiza el riesgo de que el mercado único de la UE se vea amenazado por la disparidad entre los Estados que pueden afrontar los desafíos y los que no.
Alemania pudo recurrir a su capacidad fiscal para brindar apoyo, mientras que países como España enfrentan dificultades para financiar proyectos similares, como el caso de Stellantis en Figueruelas o Volkswagen en Sagunto con fondos del plan europeo de recuperación. Para abordar estos retos, se encargaron informes a los ex primeros ministros italianos Enrico Letta y Mario Draghi. Letta propone profundizar en el mercado interior de la UE, mientras que Draghi aún trabaja en una propuesta de cambio radical.
Es fundamental que la UE impulse la inversión, tanto pública como privada, para no perder terreno en la transición digital y verde, y así competir con potencias como China y Estados Unidos. Se requiere una mayor integración en varios sectores como las telecomunicaciones, energía y sanidad para generar un mercado más grande que fomente la creación de empresas más fuertes y con más capacidad de inversión.
En este proceso, se debe evitar la fragmentación del mercado y garantizar la cohesión económica a través de una planificación estratégica y una fuerte inversión pública y privada. Europa enfrenta el desafío de crear mercados competitivos que fomenten la innovación y el crecimiento. Se deben tomar medidas coordinadas a nivel europeo para impulsar la economía y enfrentar la competencia internacional en un escenario cada vez más globalizado.