Fallece a los 85 años Ignasi Riera, el pensador y activista sereno | Cultura

Recuerdo a Ignasi Riera i Gassiot

El escritor, periodista y político Ignasi Riera i Gassiot ha fallecido a los 85 años en Madrid, donde vivió desde 2003. Se nos fue con la misma serenidad y entusiasmo con la que llegó al Baix Llobregat hace más de cincuenta años. Su conexión con la región comenzó mucho antes, cuando llegó como voluntario a los frutales cercanos al río en Molins de Rei para identificar los cuerpos que arrastró la inundación de 1962 que afectó a Terrassa, Rubí y otras localidades. Sin embargo, su llegada a Cornellà se produjo a principios de los años setenta, de la mano del jesuita Joan García Nieto, ya que había dejado atrás su vocación religiosa, la cual narraba con un toque de ironía.

Ignasi era un personaje singular e insustituible, quien dejaba su marca en cualquier ámbito profesional y en la lucha contra el franquismo. Su gran sabiduría, bondad y sentido del humor lo acompañaron hasta el final. Recuerdo aquellas clases semi clandestinas en los sótanos de las parroquias de Cornellà, donde les decía a los trabajadores reunidos: “Del obrero, como del cerdo, se aprovecha todo”. Con esta frase lograba captar la atención y explicar la complejidad de la explotación en el trabajo, la vivienda y el consumo, entre otros temas.

En el ámbito personal, Ignasi era una persona muy sensible. Mi familia atesora una carta que envió a mis padres cuando perdimos a mi hermana María Teresa. Sus palabras fueron como un bálsamo que sanó nuestras heridas.

Sin querer serlo, fue un hombre de grandes logros. Fue concejal en el Ayuntamiento de Cornellà, diputado en el Parlament de Catalunya por Iniciativa y, más tarde, consejero de Caixa Catalunya. Nunca luchó por un cargo y se mantuvo sereno incluso cuando lo destituyeron injustamente del Parlament, a pesar de ser el diputado más activo de esa legislatura. Recordaba este episodio sin resentimientos durante las largas charlas con quienes lo visitábamos en Madrid.

En su última etapa de vida, Ignasi vivió en Madrid, aunque jamás dejó la casa en Cornellà, donde residen sus hijas, Valentina y Berta, y su nieta Lula. Se trasladó para estar con su esposa, Carmen García Somolinos, una gran mujer y enfermera, a quien conoció en los campamentos saharauis.

Aún en Madrid, colaboró intensamente en Blanquerna como comisario de exposiciones sobre personalidades como Lluís Carandell y Manuel Vázquez Montalbán. Ignasi siempre fomentó la paz entre Cataluña y Madrid, defendiendo y uniendo a ambas regiones. Así era Ignasi, y así lo echaremos de menos.

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