Apoyo de Europa a Investigadores Estadounidenses
En mayo, políticos europeos y líderes universitarios se reunieron en París, en la Universidad de la Sorbona, para comunicar un mensaje a los investigadores de EE. UU. afectados por los recortes del gobierno del presidente Donald Trump: “¡múvanse aquí en su lugar!
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y el presidente francés Emmanuel Macron anunciaron un programa de financiamiento de 2 años por un valor de **500 millones de euros** (unos **571 millones de dólares**) para apoyar a los investigadores que deseen trasladarse a Europa, como parte de la iniciativa denominada **Choose Europe**.
Aunque von der Leyen no mencionó directamente a EE. UU. ni a su presidente en la reunión del 5 de mayo, sí comentó que algunas partes del mundo estaban cuestionando la “investigación libre y abierta”, describiendo tal postura como un “gigantesco error de cálculo”.
En abril, el gobierno francés había anunciado que parte de su iniciativa de inversión estratégica, **Francia 2030**, con un presupuesto de **54 mil millones de euros**, estaba destinada a financiar investigadores internacionales que quisieran trabajar en Francia. Macron confirmó en la reunión de la Sorbona que un fondo separado de **100 millones de euros** financiaría la mitad de los costos de proyectos científicos con investigadores internacionales que se muden al país.
Estos anuncios son el resultado de un intenso cabildeo tanto en el **parlamento francés** como a nivel europeo. Una conferencia liderada por Francia, celebrada en Bruselas el 15 de abril, reunió a líderes académicos y políticos europeos para discutir la movilidad de investigadores, asociaciones y programas de investigación, enfocados en la diplomacia científica europea frente a un panorama global en cambio.
Jean-François Huchet, economista y vicepresidente de **Francia Universités**, una asociación de organizaciones de educación superior con sede en París y Bruselas, espera que coordinar la respuesta a nivel europeo ayude a convencer a investigadores de EE. UU. sobre la seriedad de Europa y permita a la región acoger a más quienes deseen trasladarse.
El 19 de marzo, se envió una carta firmada por ministros de investigación de **13 estados miembros de la Unión Europea** a Ekaterina Zaharieva, comisionada de la UE para **startups**, **investigación** e **innovación**. En ella se solicitaba financiamiento específico (posteriormente concedido con los **500 millones** para Choose Europe) y un marco de inmigración dedicado para “aprovechar este momento histórico”.
Christophe Grudler, miembro francés del Parlamento Europeo, subrayó: “Todos esos investigadores quieren encontrar un nuevo país, una nueva oportunidad para continuar su trabajo. Es muy importante para ellos seguir trabajando. Esa es la razón por la que insistí con la comisionada Zaharieva para agregar [estos fondos] a Choose Europe. Queremos ayudar a investigadores de todas partes, especialmente de EE. UU.”.
Interés Creciente por Europa
Se observa una creciente evidencia de que muchos investigadores estadounidenses están considerando mudarse al extranjero. Un análisis de datos de ofertas de trabajo de **Nature Careers** mostró que las aplicaciones de EE. UU. para vacantes en Europa aumentaron un 32% en marzo, en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, una encuesta realizada en marzo encontró que el **75%** de los encuestados estaba interesado en dejar el país.
Sin embargo, algunos se preguntan si estas tendencias conducirán a una gran fuga de talento. Por un lado, los investigadores en inicio de carrera pueden ser más móviles, mientras que los académicos mayores, que son estratégicamente más atractivos para los políticos europeos, podrían encontrar más difícil dejar EE. UU. “Espera que la política estadounidense impacte más en los solicitantes de doctorado y en los estudiantes que están terminando”, dice Robert Basedow, investigador en la London School of Economics.
Algunos académicos, como el epidemiólogo Scott Delaney, enfrentan dificultades para trasladarse debido a responsabilidades familiares. Delaney, que dirige un laboratorio en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, menciona que cambiarse al extranjero sería disruptivo para su familia.
Además, existe una diferencia significativa en los salarios de los científicos en Europa y EE. UU. En Francia, un investigador de carrera media podría ganar alrededor de **3,600 euros** mensuales, mientras que un investigador posdoctoral en Stanford, California, podría ganar unos **6,000 euros** al mes.
“Es esencial ofrecer condiciones competitivas para atraer investigadores de EE. UU.”, señala Thomas Kimbis, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Posdoctorados de EE. UU. Sin embargo, advierte que dependerá de cómo evolucionen las circunstancias en los próximos meses.
Algunas universidades y organizaciones de la UE, como la **Universidad Aix-Marsella** y la **Universidad Libre de Bruselas**, han anunciado paquetes de apoyo adicionales para atraer investigadores estadounidenses. También España y Noruega están desarrollando planes similares para garantizar una competitividad en el ámbito de la investigación.
“Esta es una oportunidad estratégica que Europa quiere aprovechar”, concluye Marianne Riddervold, investigadora de las relaciones transatlánticas en el Instituto de Asuntos Internacionales de Noruega.