Jordan Díaz: Su Primer Oro Europeo y los Retos por Venir
Llega a la redacción con una sonrisa en el rostro, aunque algo cansado tras ganar su primer oro europeo en Roma con un salto de 18,18 metros. Jordan Díaz, nacido en La Habana en 2001, se siente contento, pero sabe que lo mejor está por venir este verano en París. En una entrevista con MARCA, responde a 12 preguntas, los centímetros que le separan de superar el récord mundial de triple salto de Jonathan Edwards (18,29 metros).
- ¿Qué recuerda de su primera charla con Iván Pedroso en Guadalajara?
- Me dijo que me mantuviera tranquilo, que mi vida iba a cambiar por completo y que no iban a presionarme de ninguna manera. Todo lo íbamos a hacer con calma y paso a paso.
- ¿Cuando cayó en el foso en ese quinto salto en Roma, ¿sabía ya que era el mejor de su vida?
- Por supuesto, se siente. Un saltador de triple sabe cuándo ha ejecutado bien la técnica del salto y sabía que era más largo que el anterior, ya que en el cuarto salto llegó a los 17,96 metros, además de entrar mucho más rápido.
«Un triplista sabe cuándo ha ejecutado bien la técnica del salto y sabía que era el más largo de mi vida porque además había entrado mucho más rápido que en el anterior, de 17,96.»
- ¿Por qué renunció al sexto salto si ese día estaba para batir el récord del mundo?
- Al ser mi primera competición como español, solo estaba pensando en ganar, por lo que el récord del mundo no estaba en mis planes. Además, tras la emoción de esos 18,18 metros, era consciente de que ya no tenía la tensión competitiva para mejorarlo.
- Los 8,65 de Tentoglou y los 7,22 de Mihambo en la longitud y sus 18,18 metros. ¿Qué responde a quienes dicen que esa tarima flotante del Europeo tenía truco?
- Si fuera por esa tarima montada en la grada, todos los saltadores habrían marcado récord personal, pero al final solo Pichardo y yo pasamos de los 18 metros en nuestra final. Lo cierto es que es una pista en la que hay que encontrar el punto adecuado para saltar bien.
«Iván (Pedroso) es mucho más analítico que yo y revisa varias veces mis competiciones, mientras que yo no veo nada.»
- Según los registros del analista Pau Fradera, usted pasó 2.28 segundos en el aire durante su salto de 18,18 metros, mientras que Jonathan Edwards estuvo 2.08 segundos cuando estableció el récord mundial. ¿Qué conclusión saca de este dato?
- No me fijo mucho en esos datos porque cada saltador tiene su estilo. Edwards era muy rápido y si hubiera pasado tanto tiempo en el aire como yo, su récord mundial sería increíble. Son aspectos que debo mejorar y además, he tenido un año algo irregular en cuanto a entrenamientos.
- ¿Ha visto y analizado ya con su entrenador todos los saltos de esa final de Roma?
- No, porque Iván es mucho más analítico que yo y revisa varias veces mis competiciones, mientras que yo no veo nada. Él ha repasado la final de Roma unas diez veces y me hace comentarios. Hoy mismo, en el entrenamiento de ayer, me dijo: «¿Ahora sí me vas a hacer caso?». Siempre me decía que no podía estar saltando 17,80 porque era capaz de sobrepasar los 18 metros. Es como si siempre estuviéramos en guerra (sonríe).
Jordan Díaz revela a MARCA un capricho ‘olímpico’ y otro gastronómico
Para el espectador tal vez el pique con Pichardo esté bien, pero a mí no me gusta. No he hablado con él, nada.
- ¿Sabe ya en qué debe mejorar para reducir esos 11 centímetros que le separan aún de Jonathan Edwards?
- Tengo muchas cosas por mejorar. El primer salto debería ser un poco más largo; el segundo salto está bastante bien; el último también debo mejorarlo, al igual que la caída, que en mi caso es horrible. También puedo aumentar la velocidad de entrada. Podría saltar más, sí. Siempre el salto debe ser más hacia adelante y antes en Cuba saltaba más hacia arriba. Iván lo ha cambiado todo. Me quedan muchas cosas por mejorar.
- Zango, Pichardo, Hibbert, Andy Díaz… ¿Quién es el más peligroso para la final de triple salto el próximo 9 de agosto en París?
- Todos. Al final, quienes llegan a la final es porque lo hicieron bien, y más en los Juegos. Las clasificaciones siempre son lo más difícil. Son tres saltos, si haces un nulo tienes más presión… Hay que estar bien mentalmente. Todos los que lleguen a la final son rivales. No confío en nadie. Pueden estar saltando alrededor de los 17 metros y eso no importa cuando lleguen los Juegos. Tampoco subestimo a ningún rival, todos son fuertes.
En la Villa Olímpica me gustaría sacarme una foto con LeBron James
- Imagínese. ¿Dónde cree que estará el récord mundial de triple salto en 2030?
- En 18,29. Podría seguir siendo el mismo. Al igual que el récord de Sotomayor, mucha gente se acercó y aún sigue allí. Podría ser 18,29 perfectamente.
- Después de lo vivido en el Europeo de Roma, ¿cree que su rivalidad con Pichardo es buena para el triple salto?
- Podría serlo para la final olímpica. No me gusta involucrarme en polémicas. Yo solo estaba concentrado en mi competición, todo lo externo no me afecta. Para el espectador tal vez esté bien: este va a saltar más, este menos… Pero a mí no me agrada. No he hablado con él, en absoluto. Yo seguiré siendo el mismo.
Lo mejor de España es el grupo de personas que me rodea. Este año quiero viajar más y descubrir mejor el país
- ¿Ya ha pensado con quién le gustaría sacarse una foto en la Villa Olímpica?
- Pues no sé, del mundo del triple, antes quería con Christian Taylor, pero ya he competido contra él. Me gusta el fútbol y la NBA. Probablemente con LeBron James, sí, me gustaría.
- ¿Qué ama de España y qué sigue extrañando de Cuba? Y no vale decir la familia…
- Me falta por descubrir muchas cosas en España, siempre estoy entrenando. Este año quiero viajar más por España. Pero diría que las personas que me rodean. He encontrado un grupo espectacular, mis amistades son geniales y todas son españolas. De Cuba, lo que más extraño es la comida, el arroz con grelos. Aquí Iván no cocina nada… (bromea).