“Se ha terminado el tiempo de ver a los jóvenes en prácticas como trabajadores invisibles”, afirmó Yolanda Díaz en junio de 2023, durante la presentación del **estatuto del becario**. La acompañaron los líderes de CC OO y UGT, con quienes firmó esta norma que busca ayudar a los estudiantes a cubrir sus gastos y restringir las prácticas extracurriculares, que son las más problemáticas. Sin embargo, dos años después, el **texto** aún no avanza. Es el único acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos que ni siquiera ha llegado a ser discutido en el Consejo de Ministros para su aprobación en el Parlamento. La parte del Gobierno socialista ha rechazado este acuerdo desde el principio, alegando que estaba “poco desarrollado” y que requería más **trabajo técnico**.
Esto ha dejado el **estatuto del becario** en un punto incierto, mientras muchos jóvenes en prácticas continúan reportando irregularidades y situaciones de abuso. Para comprobarlo, basta con preguntar a los estudiantes universitarios, como hizo EL PAÍS recientemente. A continuación, presentamos la experiencia de varios becarios que esperan una mejor regulación para su trabajo.
Testimonios de Jóvenes en Prácticas
Susana Nieto, 22 años
“Una vez, al salir de la oficina, llamé a mi madre llorando para decirle que ya no quería seguir en traducción”, relata Susana, estudiante de filología **inglesa** y **alemana**, quien se sintió muy mal durante sus prácticas en una empresa. “No me pagaban, aunque hacía el mismo trabajo que un empleado junior”, explica. “Me tenían muy explotada, haciendo cosas que nadie más quería hacer”. Su horario era tan extenso que a veces le costaba volver a casa. Pese a lo negativo, reconoce que fue una experiencia **interesante** y que quiere continuar en este campo.
Estefanía Mena, 21 años
Estefanía es estudiante de **enfermería** y ha tenido una buena experiencia en sus prácticas en un **hospital público**, aunque notó algunos aspectos problemáticos, como la sobrecarga de trabajo. “Hay pocas enfermeras y somos muchos estudiantes”, dice. Propone que la solución es aumentar el personal y que el sistema de convenio de prácticas no se vea amenazado en su universidad.
Tomás López, 27 años
Estudiante de filología hispánica, Tomás ha enfrentado problemas económicos durante sus prácticas, que incluyen una fase en el extranjero. Aunque la experiencia fue enriquecedora, tuvo que asumir costos significativos y a menudo no había contrato o condiciones definidas.
Joaquín Barajas, 21 años
Joaquín, estudiante de derecho, se dio cuenta de que su trabajo en un despacho de abogados no estaba correctamente compensado. “Hacía gestión administrativa y hablaba con clientes, pero no recibía ni un euro. Espero que en el **estatuto** se incluya alguna forma de compensación”, se queja.
Paola Porro, 25 años
Paola se siente afortunada por tener una buena compensación en sus prácticas en recursos humanos: “Gano 600 euros al mes por cinco horas diarias”. Sin embargo, sabe que otras amigas han tenido experiencias muy malas, sin remuneración y trabajando mucho más. Aunque no ha oído hablar del **estatuto del becario**, cree que es importante regular las prácticas.
Lucía Suárez, 21 años
Las prácticas de Lucía en un periódico le dejaron una sensación mixta. “No estuvo mal, pero el pago era muy bajo: 50 euros al mes”, comenta. Añade que las condiciones no fueron las mejores y que un sistema de compensación sería beneficioso.
Alejandro Revert, 22 años
Alejandro, estudiante de comunicación **audiovisual**, comprende que los becarios ganen menos, pero siente que la diferencia es excesiva. Aunque ahora tiene un trabajo remunerado, lamenta haber estado cobrando mucho menos durante sus prácticas. Se considera afortunado, ya que conoce a otros que no pueden encontrar prácticas.
Sindicatos exigen una aprobación inmediata
“Todo el mundo está de acuerdo en que los estudiantes no deben trabajar gratis, pero no se actúa”, reflexiona Adrià Junyent, secretario confederal de Juventud de CC OO. Lamenta que este asunto importante esté atascado por tensiones en el **Gobierno** y en el **Parlamento**. «Que ni siquiera lo hayan llevado al Consejo es preocupante», indica Belén Guirao, secretaria general de RUGE. Ambos piden al Gobierno que lo apruebe lo antes posible, ya que la falta de acción afecta a más de un millón de becarios.