Incertidumbre en las Elecciones Venezolanas
Las próximas elecciones en Venezuela, previstas para el 26 de mayo, se desarrollan en un ambiente de apatía. Con solo una semana para los comicios de gobernadores y parlamentarios, la campaña política es casi inexistente. Según encuestas, un 35% de la población afirma estar dispuesta a votar o lo considera una opción. Sin embargo, analistas políticos estiman que quizás solo la mitad de esos votantes se dirijan finalmente a las urnas.
La crisis económica, intensificada por las sanciones internacionales, ha elevado los precios y afectado el consumo, lo que ha enfriado aún más el interés de la gente por votar. Muchos recuerdan las elecciones presidenciales de 2022, donde las denuncias sobre irregularidades marcaron la pauta.
La represión que siguió a esas elecciones aún está presente en la memoria de los ciudadanos. Las posibilidades de un cambio político parecen cada vez más lejanas, lo que ha reavivado el deseo de emigrar en un 22% de la población, según las encuestas más reconocidas.
La duración de la campaña electoral ha sido bastante corta, lo que ha limitado las oportunidades para debatir y hacer publicidad. Hay muy poca información sobre los candidatos y las condiciones de los comicios. Los anuncios electorales escasean en la televisión y otros medios. Por su parte, Jesús Seguías, analista político, menciona que el 38% de los encuestados tiene la intención de votar, mientras que un 36% está indeciso. El abstencionismo se calcula en un 27%. Seguías también indica que la victoria del gobierno se relaciona directamente con el llamado a la abstención de algunos líderes de la oposición.
Griselda Souto, una administradora de negocio, afirma que no votará y prefiere pasar el domingo en casa. Su voto el año anterior no tuvo el impacto que esperaba. En contraste, algunos líderes opositores buscan ir a las elecciones, aunque su apoyo es limitado en este momento.
Wilmer Durán, un residente de Caracas, confiesa que ni siquiera sabía de las elecciones. Su desinterés se refleja en muchas conversaciones. El oficialismo, compuesto principalmente por seguidores leales a Nicolás Maduro, es visto como el favorito. Jorge Rodríguez, líder del partido oficial, se muestra optimista sobre sus posibilidades de triunfo.
Por otro lado, el sector opositor que decide participar busca una representación modesta en la Asamblea, con el objetivo de obtener unos 40-60 escaños de un total de 277. Algunos partidos menores también intentan influir en el proceso electoral.
José Luis Bohórquez, otro ciudadano, expresa su desconfianza en el gobierno y su desinterés por la política, mencionando que las elecciones pasadas no fueron más que una burla. En comparación, las elecciones parlamentarias de 2020 tuvieron un alto índice de abstención y el chavismo logró una mayoría significativa en el Parlamento.