La paradoja de los Países Bajos: 15 jugadores de fútbol hijos de inmigrantes en medio del aumento de la xenofobia.

La diversidad en la selección neerlandesa de fútbol contrasta con la retórica xenófoba del Partido de la Libertad

En las recientes elecciones de los Países Bajos, el Partido de la Libertad (PVV) obtuvo la victoria con un enfoque político más restrictivo en materia de inmigración. La propuesta de reducir la inmigración no occidental y eliminar el asilo encontró respaldo de más de 2,5 millones de neerlandeses, quienes apoyaron las ideas de Geert Wilders, líder del PVV. Sin embargo, este discurso contrasta con la realidad multicultural de la selección de fútbol que se enfrentará a Polonia en Hamburgo.

El entrenador Ronald Koeman ha convocado a 15 futbolistas que provienen de territorios de ultramar o son descendientes de inmigrantes africanos. Este grupo representa el 62,5% de la selección y constituye su columna vertebral. Jugadores como Virgil van Dijk, Xavi Simons, Jeremie Frimpong y Memphis Depay tienen raíces en Surinam y Ghana, y celebran sus orígenes a través de gestos culturales como la danza Adowa. Esta diversidad étnica refleja la composición multicultural de la sociedad neerlandesa actual.

Según datos de Statline, aproximadamente un cuarto de la población neerlandesa tiene origen inmigrante, siendo Turquía, Marruecos y Surinam los principales países de procedencia. Esta diversidad ha influenciado la evolución de la selección neerlandesa de fútbol, que ha pasado de tener una composición mayoritariamente blanca a incorporar jugadores de origen africano, como Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Clarence Seedorf.

La inclusión de futbolistas como Denzel Dumfries, cuya familia proviene de Surinam y Aruba, demuestra la riqueza cultural presente en el equipo nacional neerlandés. A pesar de las tendencias xenófobas en la política del país, la selección de fútbol refleja la diversidad y la integración de diferentes orígenes étnicos en la sociedad neerlandesa.

El ámbito deportivo no está libre de discriminación racial, como lo demostró el incidente de los gritos racistas durante un entrenamiento de la selección de los Países Bajos en 2012. Sin embargo, la presencia de jugadores de diversos orígenes en el equipo nacional refleja un paso hacia la inclusión y la aceptación de la diversidad en el país.

En resumen, la selección neerlandesa de fútbol representa la diversidad étnica y cultural de la sociedad actual, en contraste con las posturas xenófobas de algunos sectores políticos. La integración de jugadores con diferentes orígenes en el equipo nacional demuestra que la diversidad es un activo que enriquece tanto al deporte como a la sociedad en su conjunto.

Deja un comentario

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR