No a los autos eléctricos grandes, no son rentables
El descenso en la demanda de vehículos eléctricos ha tenido un impacto en todas las marcas de automóviles. Los planes de electrificación, según el director de operaciones de la división Model e de Ford, resultaron ser demasiado ambiciosos.
Ford tenía como objetivo que toda su gama en Europa para el año 2030 estuviera compuesta exclusivamente por autos eléctricos. Sin embargo, la situación ha cambiado y ahora aceptan que seguirán fabricando autos Ford con motores de combustión incluso después de la próxima década.
A pesar de esto, es importante recordar que la Unión Europea ha establecido el año 2035 como el límite para la producción de vehículos con motor de combustión, incluyendo híbridos e híbridos enchufables. En Ford, su CEO, Jim Farley, volvió a abordar este tema y compartió reflexiones interesantes.
Cuando observamos la oferta de vehículos en Estados Unidos, notamos que el tamaño promedio de los autos allí es muy diferente al de Europa. Lo mismo sucede al comparar las gamas de las marcas que venden autos en ambos lados del Atlántico.
Ford dispone de una variedad de vehículos bastante grandes en comparación con su oferta europea. A pesar de haber retirado recientemente el Fiesta, su modelo más pequeño hasta la fecha, el Puma sigue presente y se prepara para la electrificación.
Ford pretende destacar la asociación entre el tamaño de un automóvil eléctrico y su rentabilidad económica. Durante la conferencia de resultados del segundo trimestre, el CEO de la marca resaltó las diferencias significativas entre los autos eléctricos grandes y pequeños en términos financieros, que son fundamentales para cada fabricante.
Empresas como Ford obtienen mayores beneficios conforme aumenta el tamaño de un vehículo… si este cuenta con un motor de combustión. Sin embargo, la situación cambia radicalmente. En palabras del CEO, «En el caso de los vehículos eléctricos, la situación es exactamente opuesta: a mayor tamaño, mayor batería y mayor presión sobre el margen, ya que los clientes no están dispuestos a pagar más por esas baterías más grandes».
Además, los requisitos para acceder a incentivos estatales, como los créditos fiscales en Estados Unidos, afectan a los autos eléctricos grandes que necesitan baterías más costosas para alcanzar las autonomías esperadas por sus compradores, algo inalcanzable para muchos otros.
Por ejemplo, el Ford F-150 Lightning tiene un precio de 68,000 dólares en Estados Unidos para una autonomía de 514 km, lo que lo convierte en 20,000 dólares más caro que su equivalente a gasolina.
«Ha sido una lección de humildad»
El negocio de vehículos eléctricos de Ford registró una pérdida de 1,100 millones de dólares durante el segundo trimestre del año. Esta situación ha llevado a Ford y otras marcas a reaccionar: «Ha sido una lección de humildad, nos ha obligado a mejorar como empresa», declaró Jim Farley.
«Tendremos que ser muy cuidadosos y tomar decisiones más inteligentes en los diferentes segmentos». En este sentido, Ford está desarrollando una nueva plataforma de bajo costo en California, lo que podría resultar en vehículos eléctricos por debajo de los 40,000 e incluso 30,000 dólares (alrededor de 27,000 euros), algo poco común en el mercado estadounidense.
En Europa, este tipo de vehículos se vuelve aún más necesario. Será interesante ver cómo esta situación podría afectar a la fábrica de Almussafes, que podría albergar una nueva línea de montaje para estos autos eléctricos asequibles en el futuro.
Fuente: InsideEVs