Hoy es martes 13. “Ni te cases ni te embarques”, dice un viejo dicho. Este día es conocido en España y en muchos países de Hispanoamérica como un día de mala suerte, especialmente si se toman decisiones importantes. En Italia, la mala suerte cae sobre los viernes 17 y en el mundo anglosajón, es el viernes 13 el que se considera desafortunado. De hecho, una famosa película de terror se llama Martes 13 en Argentina, Perú y Chile.
La razón por la que el martes 13 se considera un día de mala suerte no es del todo clara. Algunas creencias sugieren que el día martes está ligado al dios romano de la guerra, Marte, que se relaciona con la muerte. Además, hay una conexión con la última cena, donde había 13 personas, incluyendo a Judas Iscariote, quien fue el traidor, según un artículo de EL PAÍS.
El miedo al número 13
La superstición también influye en áreas que parecen no tener nada que ver, como la arquitectura. Un artículo de ICON menciona un término griego llamado triscaidecafobia, que se refiere al miedo irracional hacia el número 13. Esto lleva a que algunas construcciones omitan el piso 13, saltando directamente al 14, como si ese piso nunca hubiese existido.
Además, hay curiosidades como la del Código de Hammurabi, el primer conjunto de leyes conocido, que se remonta al 1692 a.C., el cual también omite la sección número 13.
La mala suerte no existe, somos nosotros
¿Por qué hay tantas personas supersticiosas? Según el profesor de Psicología Pedro Raúl Montoro Martínez, una de las razones es que la mente humana busca relaciones entre diferentes eventos para poder anticipar lo que sucederá.
Muchas de estas supersticiones tienen orígenes que datan de siglos o incluso miles de años, lo que las hace difíciles de rastrear. Por ejemplo, tocar madera proviene de antiguas creencias celtas sobre espíritus en los árboles. Por otro lado, los gatos negros se vinculaban con brujas en la Edad Media, aunque en Escocia son considerados de buena suerte. Esto ilustra perfectamente cuán arbitrarias pueden ser algunas supersticiones. Montoro Martínez concluye con una frase de Umberto Eco: “La superstición trae mala suerte”.