La trama acaba con sus herederos | Opinión

La Caída del Mito de Trump

Hasta ahora, nadie había logrado detener la **ambición** de Trump, quien mantenía su **popularidad** intacta entre sus seguidores. Sin embargo, la respuesta de la **Casa Blanca** al caso Epstein parece haber afectado su imagen. Este escándalo, conocido por todos, ha comenzado a desestabilizar la figura de Trump, que había sido visto como un líder invulnerable. Recordemos que el presidente fue quien primero promovió teorías de **conspiración** sobre un supuesto **deep-state** y redes pedófilas que involucraban a miembros de la élite. El caso de Epstein, que terminó en suicidio, tenía todos los elementos para ser el foco de sospechas. Aunque fue juzgado y hallado culpable, la atención se centraba en descubrir los nombres de quienes se beneficiaron de sus actividades, algo que Trump prometió revelar. Ahora, algunos de sus seguidores están frustrados tras el anuncio de la Casa Blanca de que los **archivos de Epstein** son falsos.

Existen pruebas suficientes que demuestran una relación entre Epstein y Trump durante 15 años, lo que ha llevado a la **Casa Blanca** a tratar de cerrar el tema. Sin embargo, tras la reacción del movimiento MAGA, los asesores de Trump se ven obligados a volver al asunto para calmar a sus bases. Aún no se sabe si tendrán éxito, pero se habla de un posible **indulto** para Ghislaine Maxwell, amiga cercana de Epstein, en un intento por obtener información que lo proteja.

Lo que resulta interesante es cómo las teorías de la **conspiración** influyen en la política real, donde se espera que los argumentos se basen en evidencias. Una característica clave de estas teorías es que se afianzan en las mentes de los creyentes sin necesidad de hechos concretos. Esto refleja una **crisis epistémica** donde no se puede distinguir entre lo verdadero y lo falso. El objetivo es construir creencias que contradigan la narrativa del lado opuesto.

Las teorías conspirativas no pueden ser refutadas fácilmente, incluso por la ciencia, como se vio con las vacunas contra la COVID. Además, no se pueden confirmar sin que dejen de ser conspiraciones y reconozcan que hay formas de verificar la **verdad**. Estas teorías se propagan a través de rumores y narrativas confusas. El desafío para Trump es que aseguró a sus seguidores que lo que ellos creían era falso. Esta contradicción no ha disuelto sus sospechas; en cambio, muchos han girado su apoyo hacia quienes siguen encubriendo la red de Epstein. La **desconfianza** sembrada por Trump en el sistema político ahora amenaza con volver en su contra, lo que podría desencadenar una crisis para él, dependiendo de cómo maneje esta situación. Esto demuestra que las teorías de conspiración, una vez liberadas, no reconocen límites ni ideologías.

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