La Nueva Estrategia de la Unión Europea ante China
La guerra comercial con Estados Unidos no ha resuelto las tensiones que la Unión Europea enfrenta con otra gran potencia mundial, China. Recientemente, la Comisión Europea decidió excluir las compras públicas de equipos sanitarios que superen los cinco millones de euros. Además, limitó a que en las ofertas ganadoras de licitaciones no haya más del 50% de productos chinos.
Esta decisión marca el inicio del Instrumento de Contratación Pública Internacional, una herramienta creada para proteger los intereses de la UE en un contexto de creciente competencia global. El propósito es lograr la reciprocidad en las contrataciones públicas internacionales, asegurando que las empresas europeas tengan el mismo trato que las no europeas al competir en otros países. Esto permite a la Comisión Europea tomar medidas si se descubre que no hay igualdad de condiciones.
Este instrumento, que se alinea con el Instrumento Anticoerción, fue diseñado especialmente con la situación de China en mente. La decisión de implementar esta herramienta muestra que mejorar la relación entre la UE y China no será tan simple, especialmente en medio de la guerra comercial con Estados Unidos.
Desde que el expresidente estadounidense Donald Trump comenzó a imponer aranceles, Bruselas ha expresado su preocupación sobre las relaciones comerciales con China. Existen varios temas pendientes que afectan a ambas partes. Uno de los principales problemas es la sobrecapacidad de producción en China, que podría inundar el mercado de productos como vehículos eléctricos y paneles solares, poniendo en riesgo a los fabricantes europeos. Esta sobrecapacidad ha sido impulsada por subsidios que distorsionan la competencia.
En cuanto a los dispositivos sanitarios, la Comisión Europea abrió una investigación en abril de 2024. Bruselas encontró que el mercado chino se ha cerrado progresivamente a las empresas europeas, debido a medidas que favorecen a las empresas locales. Las conclusiones iniciales de esta investigación, reveladas en enero, confirmaron que China limita de manera injusta el acceso a contratos públicos para los fabricantes de productos sanitarios de la UE.
La investigación mostró que el 87% de los contratos públicos en China incluyen medidas que discriminan a los productos sanitarios europeos. A pesar de que la Comisión ha abordado este tema con las autoridades chinas, no ha recibido respuestas satisfactorias.
Como resultado, la UE ha decidido tomar represalias, asegurando que todos los productos sanitarios necesarios estén disponibles en su sistema de salud, aunque serán permitidas excepciones si no hay proveedores alternativos. El objetivo es que China termine con su discriminación hacia los productos europeos y trate a las empresas de la UE con la misma consideración que ellas otorgan a las empresas chinas.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha dejado abierta la posibilidad de una solución negociada, reafirmando su compromiso con el diálogo para resolver esta situación.