El hábitat de la llanura pampeana hace 21.000 años era muy duro. En esa época, el centro de Argentina era frío y seco, con especies gigantes como megaterios, tigres de dientes de sable y gliptodontes. A pesar de esto, se han encontrado indicios de presencia humana en la zona a través de cortes en los huesos de un gliptodonte. Este fósil, perteneciente al grupo de gliptodontes llamado Neoesclerocalyptus, fue encontrado en excelente estado en la provincia de Buenos Aires.
Los cortes en los huesos sugieren que los humanos utilizaron este animal como alimento, ya que las marcas estaban ubicadas estratégicamente en áreas donde se conectan los tendones y los músculos. Aunque no se sabe si lo cazaron o lo encontraron muerto, se observa que le extrajeron la carne para alimentarse. Este descubrimiento arroja luz sobre la presencia temprana de humanos en Sudamérica.
Se cree que los cazadores recolectores prehistóricos utilizaron herramientas de piedra afiladas para procesar al gliptodonte. La falta de fondos ha impedido hasta ahora una excavación sistemática en el lugar. Este hallazgo representa la evidencia más antigua de ocupación humana en la región, fechada en 21.000 años gracias a la datación por carbono 14.
La discusión científica se enriquece con este descubrimiento, que aporta datos relevantes sobre la población temprana en América del Sur. Se cuestiona si la migración humana en América ocurrió mucho antes de lo que se pensaba, contradiciendo la teoría tradicional. Los registros arqueológicos en México indican una presencia humana de hasta 33.000 años atrás.
Este hallazgo, realizado en colaboración con diversos especialistas y entidades, abre nuevas puertas para comprender la historia de los primeros habitantes del sur de América. Se espera que futuras excavaciones proporcionen más información sobre esta población ancestral.
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