Replicación del sistema visual de la mosca de la fruta a través de redes neuronales artificiales
Publicado en Nature, en línea el 22 de mayo de 2024; doi:10.1038/d41586-024-01320-0
El desarrollo de tecnología está hacia la creación de las redes neuronales artificiales. Estas redes replican el funcionamiento del sistema visual de una mosca de la fruta macho, lo que permite prever con precisión el comportamiento del insecto al percibir a una posible pareja. En consecuencia, este desarrollo abre la puerta para la construcción de modelos más complejos de circuitos cerebrales.
Las redes neuronales artificiales (ANN, por sus siglas en inglés) se están utilizando para replicar el sistema visual del macho de una especie de mosca de la fruta. Los resultados obtenidos hasta ahora han demostrado que estas redes pueden prever con bastante precisión el comportamiento de estos insectos frente a la percepción de un posible compañero.
Redes neuronales artificiales: Imaginando el futuro del comportamiento insecticida
Las ANN son un tipo de modelo computacional basado en las redes neuronales biológicas que constituyen los cerebros de los animales. La habilidad de estas redes para replicar el funcionamiento del sistema visual de una mosca de la fruta y prever su comportamiento es un hito importante en la ciencia de la inteligencia artificial.
Este éxito con las moscas de la fruta señala el camino para la construcción de modelos más complejos de los circuitos cerebrales en el futuro. En efecto, las ANN podrían usarse para comprender y predecir el comportamiento de muchos otros animales, incluyendo los humanos.
Además, estas redes neuronales artificiales podrían aplicarse en la biología para comprender mejor las complejidades del cerebro y su funcionamiento. Así se facilitaría la investigación de enfermedades cerebrales y se podrían mejorar posiblemente los tratamientos existentes.
En definitiva, el uso de las redes neuronales artificiales para replicar y predecir el comportamiento de los insectos está forjando el camino para nuevas y emocionantes aplicaciones en el mundo de la ciencia. La posibilidad de construir modelos más complejos de los circuitos cerebrales podría cambiar drásticamente nuestra comprensión del cerebro y potencialmente resultar en avances sorprendentes en el tratamiento de las enfermedades cerebrales.