Historia de una empresa familiar exitosa: Gallina Blanca
Nació de una necesidad provocada por la escasez, pero el nombre ya sugería el éxito: Gallina de Oro. En 1937, en medio de la Guerra Civil Española, Lluís Carulla Canals fundó esta empresa en Barcelona con una máquina inventada por él mismo y una receta para hacer cubitos que obtuvo de un fabricante francés. Con el tiempo, la empresa se convirtió en Gallina Blanca, una marca reconocida por productos como las pastillas de AveCrem. Actualmente, esta empresa es parte de GB Foods, un gigante del sector alimentario.
Los Carulla, dueños de Gallina Blanca, han iniciado un proceso de transición hacia la tercera generación. Agrolimen, el grupo al que pertenece Gallina Blanca, fue fundado en 1964 para diversificar su negocio y mantener su posición en el mercado ante la competencia creciente. Actualmente, Agrolimen opera en varios sectores, como la industria cárnica, productos de higiene, alimentación animal, entre otros.
GB Foods, la principal fuente de ingresos de Agrolimen, es conocida por marcas como Gallina Blanca, Jumbo, Erasco, Liebig, entre otras. En el año 2022, Agrolimen facturó 2.284 millones de euros, gracias a los aportes de GB Foods y Affinity Petcare, esta última dedicada a la alimentación para mascotas.
Los Carulla han pasado la gestión del negocio a la tercera generación, marcando un hito en la historia familiar. La discreción de la familia Carulla ha sido notoria, manteniendo un perfil bajo en los medios. A pesar de esto, han tenido un impacto significativo en la sociedad catalana, involucrándose en ámbitos como la cultura y la política.
La estrategia de Agrolimen ha sido diversificar su negocio y crecer a través de adquisiciones estratégicas. Con más de 5.000 empleados y 24 fábricas, Agrolimen opera en varios mercados globales, destacando su presencia en África. A pesar de tener importantes vencimientos de deuda, Agrolimen ha mantenido su estabilidad financiera.
Con una facturación proyectada en 2.500 millones de euros, Agrolimen continúa su camino de éxito en la industria alimentaria. La historia de Gallina Blanca es un ejemplo de cómo una empresa familiar puede mantenerse fuerte a lo largo de los años, adaptándose a los cambios del mercado con determinación y visión.
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