Protestas en Canarias por el Turismo y la Vivienda
Este domingo, miles de personas se manifestaron en las calles de Canarias por tercera vez, en contra de los efectos negativos que ha traído el modelo de **turismo masivo**. La mayor marcha ocurrió en Tenerife, donde alrededor de **15,000 personas** participaron, según reportes del Gobierno. En **Las Palmas de Gran Canaria**, se reunieron unas **5,000 personas**, y también hubo manifestaciones en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, sumando un total de **más de 140,000 asistentes** según la organización.
Los manifestantes llevaron carteles con lemas como “El turismo en masa nos quita las casas” y “Canarias no se vende, se ama y se defiende”. Gritos de protesta resonaron por el Paseo de las Canteras y la Plaza Weyler, áreas emblemáticas donde se han realizado manifestaciones similares en el pasado. El año pasado, cerca de **54,000 personas** se manifestaron en las islas, demandando medidas contra la **turistificación** y el acceso a la vivienda.
En el último año, el turismo en Canarias ha alcanzado cifras récord, con más de **21 meses** recibiendo más de un millón de turistas extranjeros al mes. En 2010, llegaron **10.43 millones** de visitantes, y se espera que este número alcance **17.7 millones** en 2024, cifra que iguala a la de países como Brasil.
Los manifestantes, como Fátima Pérez y su amiga Nora, notaron que a pesar del auge en el turismo, sus comunidades sufren las **consecuencias**. Dicen que los beneficios del turismo no se distribuyen equitativamente y que la población canaria enfrenta salarios bajos y altos costos de vida. Por otro lado, jubilados como Sara y Pablo expresaron su preocupación por el futuro de sus hijos y nietos, quienes luchan para encontrar un hogar asequible. Actualmente, Canarias tiene uno de los precios por metro cuadrado más altos de España, con un alquiler que promedia **14.6 euros**.
Los organizadores de las protestas han enfatizado que la presión por el turismo sigue aumentando, causando más desigualdad y pobreza. Afirmaron que están perdiendo su patrimonio natural debido a proyectos urbanísticos que benefician a inversores externos. Exigen la **paralización de proyectos ilegales** y una moratoria en la construcción de hoteles.
El manifiesto también pide una legislación que garantice el derecho a una vivienda digna y accesible, así como una «ecotasa» para proteger el medio ambiente. Los manifestantes sostienen que no rechazan el turismo, sino que piden **justicia social y ecológica**, y quieren asegurar una vida digna en Canarias.
A pesar de las declaraciones recientes del gobierno canario sobre la necesidad de que los beneficios del turismo lleguen a la población, los manifestantes permanecen escépticos. Afirman que las decisiones políticas no han incluido el diálogo con ellos y continúan a la espera de cambios reales que mejoren sus condiciones de vida. Agustín, un propietario de bar, resumió la situación al decir que los que están en el poder deben empezar a trabajar para el **bienestar colectivo**, no solo para sus propios intereses.
Las protestas reflejan un descontento creciente en las islas, donde la población busca formas de luchar por su futuro y **proteger sus derechos** frente a la especulación y el turismo desmedido.