Reflexiones sobre el Futbol y las Suspensiones de Partidos
Controlamos el partido durante 85 minutos. Sin embargo, tras un parón, todo cambió. Esto no es lo que debería ser el fútbol. Ya hemos visto que han suspendido siete, ocho o nueve partidos. Para ser sincero, creo que es una broma. Esto no es fútbol, especialmente para nosotros. No puedes estar dentro del campo, y yo no podía comprenderlo. Puedo entender que, por cuestiones de seguridad, se decida suspender un partido. Pero si se suspenden tantos, eso indica que probablemente este no sea el lugar adecuado para jugar esta competición.
Cuando un partido se detiene, eso no puede considerarse fútbol. No lo es. Lo que sucedió fue que el Benfica tuvo que apretar para marcar. Nosotros estábamos en una buena posición, íbamos ganando. Pero, al regresar al campo, todo fue diferente. Es complicado.
Estuvimos parados unas dos horas, y todo comenzó a cambiar. Se rompe el ritmo del juego. Durante esas dos horas, la gente hablaba con sus familias fuera, preguntando si estaban bien, cómo estaba la seguridad. Se estaban riendo, comiendo, y haciendo llamadas por teléfono. Fueron dos horas. Eso no es fútbol.
No quiero que me malinterpreten, la competición es increíble. Pero hay algo que no está bien cuando hay tantos partidos suspendidos. ¿Cuántos partidos se cancelan en un Mundial? Cero. ¿En Europa? Cero. En este lugar, en solo dos semanas, hemos tenido seis o siete partidos suspendidos. Hay un problema que debemos afrontar.
Este texto resalta las preocupaciones de Enzo Maresca sobre las múltiples suspensiones de partidos y cómo ello afecta al juego y a la experiencia del aficionado.